Los informes elaborados por el exinspector de la Policía de España, José Manuel Villarejo, en manos de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción desvelan la creación por parte de Bbva de unas cuentas secretas para, supuestamente, sobornar a importantes fondos de inversión.
Los documentos relatan cómo el equipo del excomisario, contratado por el banco en 2004 y 2005 para frenar el asalto de Sacyr a través de una red de espionaje y seguimiento ilegal, descubre que la entidad utilizaba estas cuentas para convencer a los gestores de estas instituciones a mantener las acciones y evitar una venta en el mercado al denominado grupo hostil liderado por la constructora.
La compañía quería hacerse con al menos el 5% del capital del grupo financiero para sentarse en el consejo de administración, controlarlo y echar a Francisco González de la presidencia ejecutiva.
Las empresas de Villarejo dijeron a Bbva que este grupo hostil, a través de la compañía de detectives Kroll, estaba rastreando «estas cuentas especiales (de similar carácter que las descubiertas en paraísos fiscales por las que Ybarra, expresidente del banco, y otros se encuentran actualmente imputados)», según apuntan los informes realizados para la operación Trampa.
Al parecer Kroll había conseguido dicha información de una fuente interna del banco, que habría facilitado detalles de determinados encuentros en Nueva York tras el verano de 2004 para explicar los pagos.
Gracias a la labor de espionaje y escuchas, el equipo de Villarejo logró obtener datos que estaban en poder del grupo hostil y del operativo que su compañía de detectives estaba organizando para captar la mayor información posible sobre estas cuentas de pago-soborno constituidas por la entidad.
(Tomado de ElEconomista.es)