Bogotá reanima el mercado de vivienda, pero la oferta no alcanza el ritmo de la demanda

En la primera edición del Master Summit, Camacol compartió las cifras de vivienda en septiembre y trazó los retos para fin de año.

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Bogotá continúa reanimando el mercado de vivienda. De acuerdo con el sistema de información Coordenada Urbana de Camacol, entre enero y septiembre de 2025 se vendieron 64.875 nuevas viviendas en Bogotá y Cundinamarca, un 15 % más que en el mismo periodo del año anterior.

El crecimiento se explica, principalmente, por la venta de 47.633 Viviendas de Interés Social (VIS) y 17.242 No VIS, segmentos que aumentaron 14,6 % y 15 %, respectivamente.

“El balance del año es muy satisfactorio. El mercado está creciendo por encima de lo que esperábamos”, afirmó Edwin Chivirí, gerente de Camacol Bogotá–Cundinamarca.

El impulso proviene de la vivienda social, que sumó 25.519 unidades, el mejor resultado en tres años y con un crecimiento del 19 %.
Para Chivirí, ese comportamiento confirma el impacto del Plan de Vivienda Distrital “Mi Casa en Bogotá”, que ha funcionado como “una especie de salvavidas” y agrega: “Esto es muy importante porque en el resto del país apenas está creciendo un 5 %, es decir, Bogotá está creciendo casi cuatro veces lo del país”.

“Los apoyos del Distrito han generado confianza en los compradores y permitidos cierres financieros efectivos. Han compensado la dramática reducción de los subsidios nacionales de Mi Casa Ya”, explicó el dirigente gremial a Valora Analitik en el marco del Master Summit.

Bogotá, además, se ha convertido en el epicentro de la vivienda social en el país: dos de cada tres unidades VIS que se construyen en Colombia están hoy en la ciudad, un cambio estructural frente a años anteriores, cuando los proyectos se concentraban en municipios periféricos.

Las razones de la recuperación de la vivienda

Camacol señaló que el programa nacional “perdió tracción” y que el peso de la reactivación está recayendo sobre los gobiernos locales. “Hoy Bogotá desembolsa más subsidios que el Gobierno Nacional, y el próximo año la cifra será aún mayor”, señaló.

“Los hogares necesitan estabilidad y los empresarios necesitan reglas claras. La política de vivienda distrital está dando resultados y debe mantenerse”, subrayó.

A los subsidios se suma un entorno financiero más favorable. La reducción de tasas de interés desde mediados de 2023 ha reactivado la demanda: “Hoy hay un 35 % más de hogares buscando vivienda en portales web frente al año pasado. Eso refleja confianza y capacidad de compra”, aseguró el dirigente gremial.

Chivirí confía en que el presupuesto distrital de 2026, que será radicado en el Concejo a comienzos de noviembre, mantenga la continuidad del plan.

la Feria de la Vivienda 2025
la Feria de la Vivienda 2025. Foto: cortesía La Lonja

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“La meta para el próximo año que queremos apoyar con el Ditrito son de 20.000 unidades habitacionales, sabemos que hay restricciones fiscales importantes, pero confiamos en la Alcaldía para dar la partida suficiente a un ejercicio de continuidad en la política de vivienda”, agregó.

Un modelo urbano con desafíos

Pese al repunte, el gremio advierte un desequilibrio estructural: las ventas superan en 40 % la nueva oferta, lo que podría generar escasez en los próximos meses. Camacol identifica cerca de 52 planes parciales con potencial para desarrollar 114.000 viviendas, pero advierte que los trámites urbanísticos y licencias siguen siendo un cuello de botella.

“Muchas veces no podemos lanzar proyectos a la velocidad que quisiéramos porque tenemos una alta congestión de trámites y elementos del marco normativo. Necesitamos acelerar la habilitación de suelo, especialmente en zonas de renovación y en los corredores del metro, donde habrá un efecto de valorización muy importante”, indicó Chivirí.

La expectativa está puesta en los nuevos actos reglamentarios del POT y en las actuaciones estratégicas de Renobo y Planeación Distrital, que podrían destrabar proyectos de renovación urbana.

RenoBo habla de sus metas en los próximos años
Construcción en Bogotá. Foto: Renobo.

Con una oferta de 50.000 viviendas activas en la región —65 % de ellas con precios por debajo de 150 salarios mínimos, es decir, unos $210 millones—, Camacol considera que el mercado ofrece condiciones atractivas tanto para hogares como para inversionistas.

“El mercado se está moviendo 25 % más rápido y eso debería darles tranquilidad a los inversionistas. Bogotá está demostrando que la política de vivienda, cuando es sostenida, tiene efectos reales sobre la economía”, concluyó Chivirí.

Por último, el gerente destacó que, aunque el panorama de tasas de interés empieza a mejorar, las políticas de acceso al crédito siguen siendo restrictivas.

“Los bancos endurecieron mucho las condiciones durante la coyuntura de los últimos dos años, especialmente para el crédito constructor. Por eso, en este Master Summit quisimos abrir la discusión sobre cómo diversificar las fuentes de financiación”, explicó.

El gremio insiste en que los bancos ya no son la única opción. Hoy existen alternativas como los fondos de capital privado, los gestores profesionales y los llamados family offices, grupos de familias que invierten sus recursos a través de vehículos de inversión.

“También hay espacio para los inversionistas individuales: no tienes que comprar una vivienda para participar en el mercado inmobiliario. Puedes hacerlo a través de un fondo de inversión colectiva y obtener rentabilidad sobre los ahorros”, agregó.