La productora de gas natural en Colombia, Canacol Energy, atraviesa un panorama complejo en medio de un proceso legal y financiero que ha generado inquietud en el sector energético del país.
Mientras enfrenta demandas en Colombia y en el exterior, la compañía gestiona la aprobación de un traspaso de contratos estratégicos hacia una de sus filiales, un movimiento que, según expertos, podría tener profundas implicaciones para acreedores, inversionistas y eventuales negociaciones con Ecopetrol.
Solicitud de traspaso y suspicacias en el sector
De acuerdo con información de El Colombiano, el 18 de julio de 2025, Canacol, a través de sus filiales CNE Oil & Gas y Cneog, remitió comunicaciones a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) con el fin de obtener autorización para transferir siete contratos de exploración y producción a otra compañía del mismo grupo, Cantana Energy, con sede en Suiza y sucursal en Colombia.
Dichos contratos representan una porción significativa de la operación de gas del grupo, localizada principalmente en Córdoba y Sucre.
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La operación ha levantado suspicacias, ya que algunos analistas consideran que podría tratarse de un intento de separar los activos más valiosos en una nueva filial, dejando las obligaciones más riesgosas en la matriz.
Sin embargo, expertos como el exministro de Minas Amylkar Acosta le señalaron a El Colombiano que este tipo de transferencias entre filiales no son inusuales y que, en muchos casos, responden a estrategias corporativas de organización y eficiencia.
Canacol Energy y las demandas en Colombia y en el exterior
Paralelo a este proceso, han salido a la luz demandas que hasta ahora no habían sido divulgadas por la empresa. Según conoció el medio antioqueño, existen al menos tres procesos ejecutivos en los juzgados civiles de Bogotá, además de un tribunal de arbitramento en la Cámara de Comercio de la capital.
Estas disputas involucran a las filiales de Canacol y a la empresa VP Energía, en torno a facturas impagas y presuntos incumplimientos en el suministro de gas.
El arbitraje en la Cámara de Comercio está bajo reserva, pero fuentes del sector advierten que podría resolverse este año y que las pretensiones superarían el billón de pesos. A esto se suma una demanda colectiva en Canadá, donde inversionistas de la matriz acusan a la compañía de manipular información relevante durante la negociación de un proyecto de transporte de gas desde la Costa Caribe hasta Medellín.
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De acuerdo con los demandantes, tras anunciar contratos favorables las acciones de Canacol subieron, pero al no concretarse el negocio se desplomaron un 34 %, generando pérdidas cercanas a los US$118 millones.
La deuda consolidada del grupo supera los US$700 millones, lo que añade presión a las dudas sobre la capacidad de la empresa para responder a sus acreedores en medio de este panorama.
Hay que decir que la solicitud de traspaso de contratos se da en un contexto en el que circulan versiones sobre una eventual compra de activos de Canacol por parte de Ecopetrol, que Valora Analitik reveló en primicia.
Si la operación se materializa, la forma en que se estructuren las transferencias podría ser determinante para definir qué activos se incluirían en una posible negociación y quién asumiría las responsabilidades legales vigentes.
Para los inversionistas, el mayor reto es la transparencia. Al cotizar en la Bolsa de Colombia y en la de Toronto, Canacol está obligada a informar sobre hechos relevantes que puedan incidir en el precio de sus acciones.
Sin embargo, El Colombiano advierte que la compañía no ha revelado de manera pública ni las demandas locales ni la solicitud de traspaso, lo que ha encendido las alertas entre accionistas y acreedores.
De hecho, en Canadá uno de los argumentos centrales de los inversionistas que demandaron a la compañía es que la información incompleta afectó directamente la cotización y ocasionó pérdidas patrimoniales. No obstante, también se evidenció que cuando surgió la posibilidad de que Ecopetrol adquiriera parte de los activos, las acciones de Canacol se valorizaban más del 64 %, reflejando el impacto de estas expectativas en los mercados.
El riesgo, señalan analistas, es que, si la empresa transfiere solo los contratos más rentables y deja en la matriz las deudas y litigios, los acreedores podrían quedarse sin respaldo real en caso de incumplimiento. Si bien las operaciones de compra y venta de activos suelen incluir cláusulas de blindaje para proteger a los compradores, el alcance de esas garantías aún es incierto.
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Un futuro en incertidumbre
Por ahora, ni Canacol Energy ni la ANH han dado una versión oficial que permita despejar dudas sobre el proceso. La decisión de la Agencia Nacional de Hidrocarburos y los términos del eventual otrosí serán determinantes para el futuro inmediato de la compañía.
Lo cierto es que la conjunción de litigios no divulgados, una deuda considerable y una reestructuración corporativa en marcha ha puesto a Canacol en el centro del debate energético en Colombia.
Según expertos, el desenlace de este capítulo podría redefinir la confianza de los inversionistas y las condiciones de cualquier negociación futura con Ecopetrol, en un momento crítico para el abastecimiento y la estabilidad del mercado del gas.