Cifras muestran que el Gobierno Petro está sobrecargando con impuestos a los contribuyentes

Expertos advirtieron que los contribuyentes no tienen más espacio para una carga tributaria y el ingreso está muy concentrado en impuestos indirectos.

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El más reciente Monitor fiscal de Corficolombiana compara el recaudo tributario total real con las cifras de actividad económica para concluir que desde 2023 estos indicadores no se mueven en sincronía ni dentro del mismo rango.

impuestos vs crecimiento económico
Fuente: Corficolombiana

Aunque hasta 2022 las líneas van paralelas y los valores coinciden casi todo el tiempo, esa relación directa entre el crecimiento de la actividad económica y el del recaudo se rompió en 2023, cuando los ingresos tributarios (+22 %), empujados por la primera reforma tributaria del , crecieron mucho más que la economía (+0,6 %), que ese año casi se estancó respecto al repunte de 2022.

Luego, en 2024, se vio una caída en el recaudo (-4,4 %), sobre todo en el impuesto de renta, a pesar de que la economía crecía el 1,7 %. Y aunque en 2025 pareciera estarse sincronizando de nuevo la tendencia, el recaudo se mantiene por encima de actividad económica (9,7 % vs 2,3 % a abril, último dato disponible).

Al respecto, Julio Romero economista jefe de Corficolombiana, advirtió que la economía está creciendo con base en nuevos sectores o sectores emergentes no tan activos en su impacto tributario, como economía digital, entretenimiento, turismo, servicios o juegos de suerte y azar. En contraste, sectores como infraestructura, construcción, hidrocarburos y energía, eran los que antes aportaban al recaudo, todavía están rezagados por cuenta de una baja inversión, producto de la alta incertidumbre.

Por su parte, el exdirector de la DIAN, Lisandro Junco, concluyó que sí se está sobreexigiendo o sobrecargando a los contribuyentes. «Eso prueba que la política fiscal está siendo confiscatoria porque le están quitando plata a los que menos tienen porque los impuestos indirectos no van hacia los ricos, ni a la clase media sino a todos», dijo.

Aunque la diferencia entre economía y recaudo no es mala per sé, según el experto, pues podría ser resultado de la lucha de la DIAN contra la evasión o el contrabando, como se evidenció en 2021, para esta ocasión, en la realidad y en la práctica, no es así.

Según los informes de recaudo de la DIAN, los impuestos que están creciendo son los indirectos, no los directos, como renta, dividendos y patrimonio, los cuales van en línea con el crecimiento económico. Quienes sí crecen son los impuestos indirectos, como el impuesto al consumo, a las ventas y el de alimentos ultraprocesados o bebidas azucaradas, que además no tienen relación con la expansión económica como los otros.

“El sector productivo, las empresas formales, que fueron las que explicaron la mayor parte del recaudo en 2023, no tienen más espacio para una carga tributaria. Si se les aumentaran más los impuestos a estas o incluso a los hogares, lo que se generaría es una desaceleración y un efecto negativo en la inversión y el consumo. En este momento los impuestos ya están siendo contraproducentes para la actividad económica”, señaló Romero.

Sin embargo, el Gobierno confirmó recientemente que prepara una nueva reforma tributaria para radicar en el Congreso de la República a finales de este mes. Para los expertos, el reto está en que el país aumente sus ingresos sin aumentar la carga fiscal sobre quienes está concentrada (empresas formales y asalariados), por lo que recomiendan aumentar la base tributaria, es decir, que más contribuyentes aporten sin que la actividad económica se vea resentida.

“Hacia adelante el país tiene que plantearse una estructura tributaria más acorde a los nuevos crecimientos y volver a reactivar sectores que fueron claves en la década anterior, en los cuales la inversión es importante y eso pasa por tener reglas de juego estables. En el largo plazo esos sectores pueden impulsar no solo la economía sino también el recaudo de impuestos”, recomendó Romero.

Las muestras de presión fiscal que viene dando el Gobierno

Según Christian Quiñonez, exsubdirector de Fiscalización de la DIAN y socio fundador de Clevertax, el mejor ejemplo de esa presión fiscal está en el concepto de la DIAN que establece que las sociedades con pérdidas contables también estarían sujetas al cálculo de una tasa dentro del impuesto de renta, el cual fue ratificado recientemente por el Consejo de Estado tras revisar un recurso de súplica.

«Cuando a ti te dicen que sobre pérdidas debes calcular la tasa mínima de tributación, te están diciendo que pagues un impuesto sobre un hecho que no es gravable porque el impuesto sobre la renta es precisamente un impuesto a todo ingreso que a ti te aumente tu patrimonio. Pero si estás en pérdida, quiere decir que tu patrimonio no está aumentando; en consecuencia, no debería haber impuesto. Ese es un ejemplo de hacer pagar a las empresas más allá de su capacidad económica», explicó.

De hecho, recordó que el Ministerio de Hacienda ha venido proyectando metas de recaudo que no coinciden con el comportamiento de la economía y señaló que a punta de impuestos adicionales o incrementos en tarifas han incrementado la carga de unos contribuyentes en particular, por ejemplo con lo visto en 2023 y de nuevo este año con las autorretenciones en las tarifas para empresas.

«Esas son las medidas que se han venido tomando con todas las situaciones tributarias del país. Cada impuesto va generando una presión que excede la capacidad económica», concluyó.