En entrevista con Valora Analitik, el director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, César Arias, habló sobre la posibilidad de que la deuda del Gobierno, como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) empiece a bajar este año.
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Arias recordó el esfuerzo que hace el Gobierno este año para poder saldar todas las sentencias judiciales y obligaciones a la salud. De hecho, en el Plan Financiero 2020 el monto de pago de obligaciones ascendió desde $7,9 billones hasta $15,6 billones.
“El reconocimiento de las obligaciones de salud y sentencias judiciales como deuda pública ya se hizo, ya está en los libros fiscales. El segundo paso es el pago, el cual no depende necesariamente del Ministerio de Hacienda. Sin embargo, el ministerio está preparado y cuenta con la disponibilidad financiera para estas obligaciones”, dijo Arias.
Resaltó que entre más rápido lleguen las obligaciones de pago de las sentencias más beneficioso va a ser para el país cumplir esas obligaciones.
“El Gobierno está listo con la liquidez necesaria para que cuando lleguen las cuentas de cobro se puedan hacer los pagos correspondientes. Ojalá lleguen rápido para evitar mayores pagos de intereses como para tener un manejo de liquidez más eficiente en el sector de salud”, dijo.
Agregó que, a pesar del reconocimiento de obligaciones como deuda que se han realizado desde 2019, la relación entre la deuda como porcentaje del PIB se mantuvo relativamente estable.
El Ministerio proyecta que la deuda bruta en 2019 del Gobierno se ubicó en 51,2 % del PB y que en 2020 el indicador llegará al 51,6 % del PIB.
“Con supuestos macroeconómicos conservadores se tendría saldos de deuda más o menos constantes. Es importante hacer planeación financiera con supuestos conservadores porque permite hacer frente a choques que se presenten en las variables como por ejemplo la tasa de cambio o los tipos de interés”, dijo.
Arias estima que, con una menor devaluación a la esperada y si el crecimiento económico sigue repuntando, la deuda del Gobierno empiece a bajar a partir de este año.
“No me sorprendería que, a través de mantener un buen crecimiento, con un tipo de cambio menos volátil y una buena gestión de deuda pública, quizá le podamos dar buena noticia al país, por esta época el año siguiente, de que el saldo de la deuda por primera vez empieza a bajar de manera gradual”, dijo.
Finalizó afirmando que los supuestos macroeconómicos conservadores pueden traer consigo mejores resultados fiscales para el país que se derivarán en mejor confianza en el mercado y los inversionistas.
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