El Índice Bravo – Valora Analitik de noviembre confirma una tendencia que se ha venido consolidando en los últimos meses: el endeudamiento promedio continúa aumentando en la mayoría de los países analizados, pero la capacidad de pago evoluciona de forma desigual.
Mientras Europa sostiene altos niveles de deuda con moras controladas, América Latina —y especialmente Colombia— enfrenta un escenario de presión estructural sobre los hogares, con retrasos prolongados que no logran corregirse.
Durante el mes se tuvieron más de 25.800 planes activos, una reducción frente a octubre, lo que sugiere una menor entrada de nuevos procesos de normalización, pero no necesariamente una mejora en la salud financiera.
Latinoamérica: Colombia concentra el mayor estrés financiero

En América Latina, el contraste entre países vuelve a ser evidente.
Colombia registró en noviembre una deuda promedio de $35,3 millones, la más alta del año, con 3,4 obligaciones por persona y una mora promedio de nueve meses, que se mantiene sin cambios y sigue siendo la más elevada del índice.
Aunque 59,7 % de los usuarios permanece en mora inferior a seis meses, más del 40 % ya se encuentra en una etapa de atraso prolongado, reflejando un problema estructural de liquidez en los hogares.
El número de planes activos en Colombia cayó a 6.936, lo que sugiere una menor dinámica de refinanciación, pese a que la mora no muestra señales de corrección. Este comportamiento indica que, aunque el endeudamiento sigue creciendo, los hogares tienen cada vez menos margen para reorganizar sus obligaciones.
En contraste, México muestra una evolución distinta. La deuda promedio aumentó hasta $41,7 millones, con 4,2 deudas por persona, pero la mora promedio se ubicó en 2,6 meses y el 92 % de los usuarios permanece en mora temprana. A pesar del mayor número de obligaciones, la gestión del pago sigue siendo relativamente ordenada, apoyada por ingresos más estables y mayor uso de mecanismos de ajuste temprano.
Brasil presenta el escenario más sólido de la región: deuda promedio de $34,3 millones, 3,4 obligaciones, mora de apenas un mes y un 97,2 % de usuarios con atrasos menores a seis meses. Este comportamiento confirma la resiliencia del mercado brasileño y su capacidad para absorber niveles crecientes de crédito sin deterioro significativo.
Europa: mayor deuda, pero con control del riesgo

Los países europeos continúan liderando el ranking de deuda promedio, aunque mantienen indicadores de mora significativamente más bajos que los de América Latina.
Italia vuelve a encabezar el listado con una deuda promedio de $136,8 millones, la más alta del índice. A pesar de este nivel de apalancamiento, la mora promedio se mantiene en apenas un mes, con un perfil de usuario maduro (50 años) y un número reducido de obligaciones (2,1).
Este comportamiento refleja un endeudamiento concentrado en créditos de largo plazo, con mayor estabilidad de ingresos y mejor capacidad de planeación financiera.
En Portugal, la deuda promedio asciende a $113,9 millones, con 4,4 deudas por persona y una mora de seis meses, la más elevada de Europa. Aunque el 90 % de los usuarios se mantiene en mora inferior a seis meses, el país sigue mostrando señales de tensión, especialmente en hogares con múltiples obligaciones y menor margen de maniobra ante aumentos en el costo de vida.
Por su parte, España mantiene una deuda promedio de $93,7 millones, con una mora de dos meses y un comportamiento estable: 94,4 % de los usuarios presentan mora temprana. Este equilibrio confirma la fortaleza del mercado crediticio español, donde el acceso al crédito no se traduce en un deterioro significativo del pago.
Edad, tipo de deuda y duración de la mora
El análisis comparado vuelve a evidenciar la relación entre edad promedio del deudor y estabilidad financiera.
En Europa, los usuarios tienen entre 46 y 50 años, lo que se traduce en ingresos más previsibles y créditos de mayor plazo. En América Latina, con edades promedio cercanas a los 40 años, predomina el crédito de consumo, más sensible a choques de ingresos y con menor capacidad de absorción.
Esta diferencia explica por qué Colombia, pese a tener una deuda promedio muy inferior a la europea, mantiene la mora más prolongada del índice.
Conclusión: el desafío no es cuánto se debe, sino cuánto tiempo se tarda en pagar
Los resultados de noviembre confirman que el principal riesgo para la estabilidad financiera no está en el tamaño de la deuda, sino en la duración de la mora. Países como Italia, España y Brasil demuestran que es posible sostener altos niveles de endeudamiento con indicadores de pago saludables.
Colombia, en cambio, enfrenta un reto estructural: una mora que permanece anclada en nueve meses, incluso cuando el endeudamiento y el número de planes fluctúan. Si esta tendencia se mantiene, el país seguirá concentrando el mayor riesgo del índice, lo que hace urgente fortalecer estrategias de prevención temprana, consolidación de deudas y educación financiera, antes de que el atraso se vuelva irreversible para un mayor número de hogares.
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