La final de la Copa Libertadores 2025, que se jugará el 29 de noviembre en Lima entre Flamengo y Palmeiras, ya tiene vendido cerca del 80 % del aforo disponible, según confirmó el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
La organización espera 60.000 asistentes en el estadio, un dato que marca la proyección económica del evento y anticipa uno de los mayores flujos turísticos deportivos del año en Perú.
Domínguez destacó en una entrevista con La Rotativa del Aire (RPP) que el partido reúne a dos de los clubes más valiosos de Brasil, ambos todavía en competencia por el título nacional. El dirigente afirmó que la rivalidad interna en el Brasileirao aumenta el atractivo del juego y fortalece la demanda de entradas en la región.
El presidente recordó que Lima tiene experiencia en grandes eventos deportivos y situó esta final entre “los cuatro eventos más importantes del fútbol mundial” por volumen de audiencia, impacto comercial y proyección internacional.

En paralelo, la organización habilitó una nueva fase de venta de entradas para público general, luego del alto ritmo de solicitudes. Los precios varían según localidad y generan un flujo relevante para la Conmebol que desde 2019 maneja el formato de final única con un modelo comercial centralizado.
Conmebol estudia mover finales a otros continentes: De Estados Unidos a Arabia Saudita
Durante la entrevista, Domínguez volvió a referirse a la posibilidad de llevar la final de la Libertadores fuera de Sudamérica. Confirmó que existen ofertas de países de otros continentes interesados en albergar el partido decisivo, aunque aclaró que no hay negociaciones en curso. El antecedente más claro sigue siendo la final de 2018 entre Boca Juniors y River Plate, disputada en Madrid tras la suspensión del partido en Argentina.
El presidente aseguró que “el continente siempre albergará finales”, pero no descartó mover algunas ediciones a mercados emergentes. La estrategia coincide con declaraciones recientes de Juan Emilio Roa, director comercial de la Conmebol, quien afirmó en The Athletic que la organización trabaja en medidas para aumentar el interés global por sus torneos.
Las alternativas que se han manejado de manera preliminar incluyen Estados Unidos, Europa y Arabia Saudita. Este último país ha recibido Supercopas europeas, Mundial de Clubes y múltiples partidos oficiales de ligas extranjeras, lo que lo posiciona como un mercado dispuesto a financiar grandes eventos.
Para Estados Unidos, la expansión está respaldada por el crecimiento de audiencias latinas y el volumen de patrocinadores deportivos instalados en ese país.

En Europa, el ejemplo del Santiago Bernabéu en 2018 dejó una referencia clara: altos ingresos en boletería, amplia difusión televisiva y la capacidad logística de un estadio que opera con estándares globales.
Ese partido movilizó más de 70.000 espectadores y más de 400 millones de televidentes en todo el mundo, según cifras difundidas en su momento por la organización.
La final de la Libertadores 2025 en Lima podría ser una de las últimas que se juegue en territorio sudamericano antes de que la Conmebol tome una decisión sobre la internacionalización definitiva de las sedes.
La Sudamericana 2025, que se disputará el 22 de noviembre en Asunción, Paraguay, entre Lanús y Atlético Mineiro, también se considera en este escenario.




