Este lunes, en la rendición de cuentas de la Contraloría General de la República de Colombia, el jefe de la entidad, Felipe Córdoba, recomendó incorporar otro tipo de insumos para la implementación del fracking en los tres proyectos piloto que se van a llevar a cabo en el transcurso de 2021.
Al respecto, Walfa Téllez, contralora delegada para el Medio Ambiente, destacó que “el año pasado se publicó, para mayo, el informe a través del cual la Contraloría General de la República evaluó buenas prácticas, actividades similares en otros países frente a fracturamiento, tanto vertical como horizontal. Además, se han revisado estudios en Canadá, China, Estados Unidos y Argentina y se descubrió que hay un sin número de variables que debe cumplir el Gobierno Nacional para poder llevar acabo un buen fracturamiento”.
Agregó que “en el pronunciamiento que hicimos en la Comisión Quinta del Senado manifestamos la persistente necesidad de poder incorporar en un ejercicio favorable que viene desarrollando del Gobierno otro tipo de insumos para el fracturamiento que se va a realizar en los tres proyectos piloto el próximo año”.
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De esta manera, la Contraloría resaltó la necesidad de tener un estudio completo, sobre todo en las zonas donde se van a desarrollar los proyectos piloto frente al trazado de las aguas subterráneas, lo efectos geológicos que se pueden presentar frente estos yacimientos no convencionales y poder articular lo que tiene que ver con licenciamiento para los pilotos en la Anla, la Agencia Nacional de Hidrocarburos y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Según precisó Téllez, la Contraloría tiene previsto que, en la vigencia 2021, se elabore un estudio, que será la segunda fase del documento inicial de 2019, que estará enfocado en ampliar este alcance de las buenas prácticas en los yacimientos no convencionales que debe hacer el país si decide implementar esta línea de explotación de recursos de hidrocarburos, para así complementar y hacer más sostenible la matriz energética del país para los próximos años.
Por otro lado, en la rendición de cuentas de la Contraloría, también se hizo referencia la deuda del país y su crecimiento en la pandemia, al respecto el contralor delegado para el Sector Economía y Finanzas, Carlos David Castillo, reveló que los recursos invertidos y presupuestados para esta pandemia han sido significativos y, en ese sentido, la deuda ha tenido que subir sustancialmente para poder cumplir con estas obligaciones.
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Es decir que, cuando se mira el saldo de la deuda del Gobierno Nacional central, Colombia pasó de tener una deuda de $493 billones en diciembre de 2019 a tener, actualmente, una de $598 billones. Lo que quiere decir que, en términos de PIB, ha aumentado de 46 % del PIB el año pasado a tener este año una deuda cercana a 59 % del PIB.
“Si miramos a todo el sector público la deuda ha subido de $607 billones a $741 billones, esto en términos de PIB significa que nuestra deuda subió del 57 % a alrededor de 73,4 % del PIB”, añadió el delegado Castillo.
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