Sandra Forero, expresidenta de Camacol y experta en el sector de la construcción, ha expresado su profunda preocupación frente a la crisis y la política de vivienda implementada en Colombia, por el gobierno de Gustavo Petro desde su llegada al poder.
En particular, ha lanzado fuertes críticas a los cambios fallidos realizados en el programa de Mi Casa Ya, los cuales han provocado un marcado desplome en la adquisición de viviendas en todo el país, desde los ojos de Sandra Forero, este no es el camino adecuado a seguir.
En diálogo con Valora Analitik, hizo un llamado a hablar del desplome en las ventas de vivienda, que están cayendo a tasas anuales del 80 %.
¿A qué se debe la crisis en las ventas de vivienda en Colombia?
Hay dos factores, influyen los elementos de la economía y las decisiones de política pública, estas últimas están causando un daño evidente al sector y afectando negativamente las ventas.
Las políticas públicas han hecho que, cuando históricamente pasamos por estas situaciones, ayuden a superar las dificultades. Aquí lo que está pasando es lo contrario, hay decisiones de política pública que están de alguna manera empeorando la situación o profundizando el problema.
¿Qué problemas ha venido presentando Mi Casa Ya?
Mi Casa Ya es el resultado de un trabajo colectivo entre el gobierno nacional, los entes territoriales y el sector productivo, es el resultado de un aprendizaje histórico, y los ajustes que se le están haciendo no contemplan su origen.
Para llegar a la ruralidad se necesita otro programa porque tiene unas condiciones distintas, eso no es ajustable, requiere un programa de muchísima más robustez.
Mi Casa Ya estaba llegando a 350 municipios, si toca llegar a municipios de categoría 4, 5 y 6 seguramente tocaría ser un programa destinado en sus municipios donde el acceso a crédito es distinto.
Para llegar a los hogares de menos de un salario mínimo y de 1,2 salarios mínimos de ingresos hacia abajo, se había formulado un programa que se llama el arriendo social, que sí tenía muchas posibilidades de llegar a los hogares informales.
Yo personalmente creo que el camino no era modificando las reglas de juego de Mi Casa Ya hasta debilitarlo, hay 58.000 hogares que tienen en riesgo el ahorro de su vida, aunque el programa no era perfecto, se estaba automejorando.
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¿El Sisben IV es herramienta o un retroceso para la política de vivienda en Colombia?
El Sisben IV es un buen instrumento, pero para la vivienda cambia de manera contundente las reglas de juego.
Solo el 10 % de subsidios que se necesitan de enero a julio se han desembolsado, es decir, por cuenta de sus ajustes o esperando que esos ajustes funcionen, se han dejado de entregar 60.000 viviendas a la fecha.
El sistema del Sisben IV no fue un ajuste menor y las cifras muestran que se volvió una talanquera imposible para los hogares, el haber ‘sisbenizado’ el criterio de asignación.
Evaluando la crisis actual, ¿qué se puede esperar para el segundo semestre del año?
Si uno mira las necesidades y el ritmo de asignación de subsidios que lleva este gobierno, vamos a dejar de entregar 100.000 viviendas este año.
Una vivienda que no se entrega es una oportunidad perdida para una familia, para arrancar la construcción de otra vivienda y es una oportunidad perdida para generar más empleo.
Yo creo que será crítico al segundo semestre, pero también creo que si no cambiamos esa tendencia va a ser muy difícil para el 2024
¿Cómo ha sido la afectación al empleo en el sector de construcción?
En nuestro sector, que es característico de generación de empleo, tuvimos una caída de 82.000 puestos de trabajo en mayo del 23 respecto a mayo del 22.
Es decir, se perdió un 5,4 % de los puestos de trabajo del sector, yo digo no todo son números, 82.000 trabajadores se quedaron como el sustento a sus hogares.
Así como 60.000 familias no pudieron recibir su vivienda, les cambiaron las reglas de juego. Esas son esas cifras que tienen cara, tienen historias.
El Gobierno dice que en el segundo semestre habrá un plan de recuperación económica, sobre todo en sectores de infraestructura y vivienda. ¿Cómo cree que debería ser y que debería incluir este plan?
Estamos hablando que solo se ha desembolsado el 10 % de lo que se debería tener, eso quiere decir, deben ponerse al día.
Hay dos opciones, volver a Mi Casa Ya como estaba o poner a funcionar el Sisbén en todo el territorio, que yo creo que acá se ha perdido un tiempo valiosísimo.
Ojalá el Gobierno, en particular el Ministerio de Vivienda, retome el ritmo de asignación de subsidios que era el que había caracterizado a los gobiernos anteriores.
Además, existen 500 empresas constructoras medianas y pequeñas con una larga trayectoria de 30 a 35 años que se encuentran en un riesgo significativo de desaparecer. Este riesgo no solo afecta a los compradores, sino también a aquellos que construyeron las viviendas con legítima confianza.
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Además, hay aproximadamente 300.000 pequeños negocios que forman parte de la economía popular y también están en peligro, ya que dependen de la actividad constructiva. Hasta que no se entreguen las construcciones en curso, no podrán iniciar nuevos proyectos.