¿Cuáles retos traerá la nueva realidad luego de la pandemia?

En el conversatorio ‘Después de la pandemia, ¿cómo reconstruir de forma inclusiva?’, de la Asamblea del BID 2021, se resaltaron los eslabones que se vieron fuertemente afectados en los países

Foto: Asamblea BID

En el conversatorio ‘Después de la pandemia, ¿cómo reconstruir de forma inclusiva?’, de la 2021, se resaltaron los eslabones que se vieron fuertemente afectados en los países y su población por la emergencia sanitara, así como los avances que se han logrado en materia de recuperación y reactivación social y económica.

Marcelo Cabrol, gerente de Sector Social del Banco Interamericano de Desarrollo (), indicó que esta pandemia cambió al mundo, si se ve a Latinoamérica y el Caribe solo cuatro países tienen las escuelas abiertas, todos los demás las tienen o cerradas o parcialmente abiertas. Hay que decir que estos cierres son las más largos del mundo, el promedio en el planeta ha sido de 98 días de cierre, pero en América Latina esa cifra asciende a 158 días de cierre.

Lo que termina por significar un año completo perdido de escolaridad, lo que termina por gestar algunos obstáculos para los jóvenes y niños que están estudiando en la actualidad.

Además, otro efecto negativo en Latam, es que las mujeres, proporcionalmente, han perdido mucho más empleo que los hombres a lo largo de la pandemia, llegando a una tasa de 7 % y apenas 4 % para los hombres. Uno de los agravantes es que, no solamente son la población que más empleo han perdido, sino que también son los que más se han demorado en recuperarlo.

“Hay un 11 % de diferencia entre la velocidad recuperación del empleo de los hombres frente a la de las mujeres”, indicó Cabrol del BID.

Por otro lado, en cuanto a un panorama más positivo, el gerente de Sector Social del BID resaltó que ha habido grandes avances dentro de la pandemia como la telemedicina, que se han pasado de unas 30.000 o 35.000 consultas al año a un millón de consultas; es decir, 2,3 consultas en Colombia, lo que se califica como una revolución en el tema de salud.

Frente a la pregunta de si se piensa que el mundo va a cambiar o no luego de la pandemia, Cecilia Gordano, CEO de Mercer, aseguró que, aunque se anhele una certidumbre y normalidad, hay unos desafíos como que las personas están en una situación de desconfort, deben tomar los aprendizajes del 2020 y un cambio acelerado que se vive de transformación digital para llevarlo a las organizaciones.

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“Si no nos confrontamos a la disconformidad y a hacer cosas distintas, vamos a volver a la normalidad de antes y no vamos a aprender las ventajas y experiencias que hemos tenido. El 20202 fue doloroso, pero nos enfrentó a vivir la teoría en la práctica, a que nuestros cuerpos sintieran lo que era el aislamiento y la incertidumbre, y a que nuestras organizaciones se transformaron digitalmente en cinco minutos”, manifestó la líder de Mercer.

Añadió que “si no desafiamos a las empresas, organizaciones y líderes a aprender de todo lo que sufrimos en 2020, vamos a volver a lo que ya teníamos. Si volvemos a lo conocido, perderemos todos los aprendizajes del año pasado. Va a demandar esfuerzo no volver a la normalidad”.

Para Juliana Londoño Vélez, profesora Adjunta de Economía de la Universidad de Los Ángeles (California), explicó que la pandemia hizo que se reevaluara el contrato social que se tenía y cómo se debe compartir el riesgo entre pobreza, desempleo, salud y desprotección a la vejez, entre personas, empresas y Estado. “En Colombia ha habido avances y creo que van a ser cambios permanentes. En Colombia menos de la mitad de los subsidios sociales utilizan una base de datos que se llama el Sisbén y es clave tenerla actualizada para la eficiencia del gasto público”, manifestó Londoño.

Por su parte, Walter Suárez, director ejecutivo de Salud, Estrategia y Política de IT de Kaiser Permanente, expuso que el mundo ya cambió desde varios aspectos, y a medida que la pandemia vaya cesando la humanidad va a volver a la normalidad, pero nueva.

Según Suárez, se van a ver transformaciones en una serie de áreas como la telesalud, que ha representando una revolución global.

“Avanzamos lo que nos hubiera tomado más de cinco años para aumentar la capacidad, extender el uso, adaptarse a la telesalud, aceptar el nuevo método de interacción. Más allá de la telemedicina, la transformación digital de la salud es otro gran cambio que se ha generado en tiempos de pandemia. Así como la capacitación del personal en todas estas áreas”, comentó el director ejecutivo de Kaiser Permanente.

Además, destacó que otra cosa que está cambiando es una transición hacia lo que conocemos como la medicina de precisión o medicina personalizada y la salud centrada en el individuo, creando un consumidor empoderado y partícipe. Se espera que ver una transición en el sistema de financiamiento de los servicios de salud, que mueva del modelo tradicional del pago por unidad de servicio a los nuevos modelos de pago por resultados, con un enfoque de gestión de salud que sea más equitativo y más efectivo.

Sin embargo, hay varios retos como la necesidad de romper los hilos y la fragmentación de los sistemas de salud que impiden la continuidad y la coordinación de servicios y el cuidado más integral de un individuo. También está la salud mental, salud social, que se espera sea la nueva crisis de salud pública que ya se está experimentando, de acuerdo con Suárez.

Otro reto es que se empieza a gestar la obligación de modernizar los sistemas de salud pública para garantizar de que la infraestructura informática y de recursos estén habilitadas para enfrentar, de forma más efectiva, las futuras emergencias globales como la que atraviesa la humanidad hoy.

De otra parte, desde el punto de vista educativo, Lucía Dellagnelo, presidente y directora ejecutiva del Centro de Innovación para la Educación Brasileña, indicó que en la actualidad una de las principales quejas que se escuchan de los docentes y maestros, dentro de la pandemia, es que los estudiantes ya no están involucrados en el aprendizaje.

“Evidentemente, nadie puede escuchar a alguien que está en un sitio lejano y simplemente está transmitiendo, sin ninguna forma de aprendizaje personal ni ningún tipo de interacción. Sencillamente pueden apagar sus cámaras y estar conectados en el aula, pero están haciendo algo más en ese momento”, argumentó Dellagnelo y añadió que no es sorprendente que el nivel de aprendizaje bajó en la región.

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No obstante, resaltó que la parte alentadora de la experiencia es que los maestros son conscientes de que tienen que desarrollar sus habilidades digitales y ya no solo para la vida personal.

Y afirmó que tienen datos de más de 65.000 profesores de Brasil y Costa Rica que, recopilados en una herramienta de autoevaluación, están mostrando signos de conciencia para desarrollar sus destrezas digitales y aprender cómo integrarse en la enseñanza; pero también sobre la ciudadanía digital y cómo utilizar las tecnologías para su desarrollo profesional.

“Creo que tenemos que considerar que, si pensamos que el aprendizaje combinado puede ser la mejor lección que podemos sacar de esta pandemia, que habrá que traer tecnología realmente a las escuelas públicas, creo que hay que pensar en inversiones en infraestructura; así como en las competencias y habilidades de los maestros”, propuso la educadora.

Según Dellagnelo, este aprendizaje combinado puede ser una buena estrategia para poder ampliar el tiempo de educación de los estudiantes en América Latina y enriquecer a los estudiantes con experiencias más personalizadas y que los atraigan. “No se puede dar el lujo de perder esta oportunidad para volver a diseñar los sistemas educativos para ser más incluyentes, pertinentes e innovadores, trayendo la tecnología como una palanca para promover el aprendizaje en los estudiantes”.

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