Uno de los efectos más profundos del alza de las tasas de interés se da en el aumento del costo que deben asumir los consumidores por los créditos que adquieren.
De hecho, en una escalda inflacionaria como la que está viviendo Colombia, el alza de las tasas de interés es solo uno de los tantos mecanismos que tiene el emisor para intentar controlar el incremento del costo de vida.
Desde octubre del año pasado la Junta Directiva del Banco de la República empezó a decretar una serie de alzas por la alta inflación en alimentos, como consecuencia del Covid-19, y después por la guerra entre Rusia y Ucrania.
La idea es ponerle coto, entre otros, al incremento del consumo mediante el uso del crédito, lo que al final se traduce en tasas de interés un tanto más altas.
Sin embargo, un punto muy importante a tener en cuenta es que el efecto de la decisión de aumentar las tasas de interés no es inmediato, toma un tiempo de adaptación.
Efectos de la decisión de tasa de interés
Desde hace seis meses empezó el alza de 50 puntos básicos y luego de 100 puntos básicos, pero, a pesar de la decisión, el consumo en Colombia, si bien se ha ralentizado, se mantiene en crecimiento.
De acuerdo con cifras de la consultora Raddar, el gasto de los hogares en Colombia llegó a los $219 billones en el primer trimestre del 2022: el resultado denota un crecimiento real del 4 %.
Luego de la más reciente decisión de la Junta Directiva, de aumentar las tasas de interés al 6 %, el gerente del Banco de la República volvió a manifestar cuál es la temporalidad de los efectos.
Al tiempo que el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, explicó que las tasas de interés se acomodan al ciclo económico en un proceso paulatino.
Proceso este que puede tardar entre seis y ocho meses. Confirmó Restrepo que la normalización de las tasas de interés se ha transmitido con un tanto más de fuerza a las modalidades de consumo y comercial.
Créditos que se impactan
Sin embargo, no ha sido así para los créditos ordinarios o los hipotecarios. Según explicó Restrepo, el fenómeno se da “pues estos últimos van a medio camino en esa transmisión”.
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Para el caso de las tarjetas de crédito el efecto tampoco ha sido tan inmediato, y se espera todavía una normalización en las semanas por venir.
Justamente de esto último, agregó el ministro Restrepo, se decanta la posición de que la normalización de las tasas de interés en Colombia mantiene un ritmo acorde con las presiones inflacionarias.
Aunque el proceso tampoco ha ido en contra de la rueda de reactivación que lleva Colombia desde el año pasado, con especial énfasis sobre el apetito del consumo de los hogares colombianos.
