El deporte femenino consolida su crecimiento económico y amplía su capacidad de generar ingresos. Según Forbes, las 20 deportistas mejor pagadas del mundo sumaron en el último año US$293 millones antes de impuestos, cifra equivalente a 249,6 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 13 % interanual.
Este dato confirma una tendencia sostenida de expansión del negocio deportivo femenino, impulsado por mayores premios, más patrocinadores y mayor exposición en mercados clave.
El tenis vuelve a liderar el ranking mundial. Coco Gauff encabeza la lista por segundo año consecutivo con US$33 millones, de los cuales solo US$8 millones corresponden a premios deportivos y US$25 millones a patrocinios con marcas internacionales como New Balance, Bose, Mercedes-Benz y Chase, de acuerdo con Forbes.
Detrás aparece Aryna Sabalenka con US$30 millones, mitad por premios y mitad por acuerdos comerciales, seguida por Iga Swiatek con US$25,1 millones. En total, 10 de las 20 atletas del listado pertenecen al tenis, que concentra visibilidad global, calendario constante y estructura comercial consolidada.
El informe destaca además que el 72 % de los ingresos de las 20 deportistas mejor pagadas proviene de actividades fuera de la competencia, lo que explica el peso del patrocinio dentro del modelo económico del deporte femenino. La combinación entre alcance internacional, retorno comercial y presencia en mercados estratégicos mantiene al tenis como referencia financiera del sector.

El Tenis lidera ingresos, pero golf y baloncesto femenino ganan terreno
El ranking también evidencia el avance económico de otros deportes. En el golf femenino, el incremento de premios en la LPGA permite mayor equilibrio entre ingresos deportivos y comerciales. Nelly Korda alcanza US$13 millones y Jeeno Thitikul llega a US$10,3 millones, consolidando al golf como una de las disciplinas que más ha aumentado sus incentivos económicos, aunque la brecha frente al PGA Tour y LIV Golf sigue siendo amplia.
En el baloncesto femenino, el fenómeno es distinto. Estrellas como Caitlin Clark (US$12,1 millones), Sabrina Ionescu (US$10,5 millones) y Angel Reese (US$9,4 millones) dependen principalmente de patrocinios y presencia de marca, mientras los salarios de la WNBA siguen siendo bajos a la espera del nuevo convenio colectivo.
Diversificación del negocio y comparación a nivel mundial
El ranking muestra además una clara diversificación. La esquiadora Eileen Gu ocupa el cuarto lugar con US$23,1 millones, casi todos generados fuera de competencia. El atletismo entra por primera vez al listado con Sydney McLaughlin-Levrone (US$8,2 millones) y el rugby aparece con Ilona Maher (US$8,1 millones) impulsada por su impacto mediático.

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Llama la atención que el dominio del tenis femenino contrasta con la estructura del deporte masculino, donde el liderazgo económico está concentrado en fútbol, básquet y golf. En el deporte femenino, el motor económico hoy está en las disciplinas individuales con alcance a nivel mundial y capacidad de atraer inversión sostenida.




