Desde hace más de cinco años Incolmotos Yamaha viene implementando una política interna, apalancada por los directivos, para garantizar mayor inclusión y diversidad dentro de su personal.
Esta iniciativa, como explicó Juan David Arango, el presidente de la compañía a Valora Analitik, no solo ha permitido aumentar la eficiencia dentro de la firma, sino que también ha contribuido a mejorar la calidad de vida de las personas que integran la corporación. Lea más Noticias Empresariales.
“Estamos pagando un mínimo de $1,2 millones por una jornada de 40 horas semanales. Nosotros nunca nos pegamos al salario mínimo legal, sino que siempre estamos dos puntos por encima”, resaltó el empresario.
Mientras que en una empresa normal los trabajadores deben cumplir con un horario estricto, que regularmente es de entrada a la 8:00 a.m. y de salida a las 5:00 p.m., en Incolmotos Yamaha no.
“Acá la gente puede ingresar a trabajar entre las 7: a.m. y las 9:00 a.m. y salir entre las 4:00 p.m. y las 6:00 p.m. a la hora que lo decida. No tiene ni que informar, ni que anotar en una planificación. Es decir, si se le hizo tarde y llegó a las 9:00 a.m. nadie le va a decir nada”, puntualizó Arango.
Este simple hecho, que genera bienestar entre los colaboradores, ya ha dado resultados, pues el directivo dice que ha mejorado notablemente la productividad de la empresa.
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Pero la empresa no se queda solo allí, y es que a demás de velar por la calidad interna, también tiene los objetivos alineados para ser una empresa con visión hacia un aporte social externo.
“La sostenibilidad de cualquier empresa no es solamente financiera, sino que se debe garantizar la responsabilidad social y ambiental corporativa. Nosotros en todos los campos trabajamos desde lo social, a través de los programas de nuestra fundación, hacia el impacto de comunidades vulnerables”, anotó el presidente.
Este compromiso social va desde ayudas a personas en situación de pobreza, así como hacia discapacitadas o con síndrome de down, por referir algunos ejemplos.
En 2021, Incolmotos Yamaha destinó $1.500 millones para estas iniciativas sociales, lo que representó cerca de 2 % de todas sus utilidades, que para ese año sumaron $60.000 millones.
Esta compañía participó en la construcción del Índice de Inversión Social Privada (IISP), llevado a cabo por la firma de Jaime Arteaga y Asociados, con el objeto medir el esfuerzo que viene implementando el sector privado en mejorar las condiciones de vida de comunidades.
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