En entrevista con Valora Analitik en Medellín, Armando Vegas, gerente regional para Colombia y América Central de Chevron-Texaco, explicó los planes de la compañía para este año, así como las proyecciones para la región.
De acuerdo con el directivo, Colombia es un país estratégico para su operación en América Latina por lo que busca consolidar una estrategia de crecimiento y una agenda de inversión en activos y terminales que le permita abarcar del 17% actual en el mercado general de combustibles al 20%. Hoy en día cuenta con cerca de 500 estaciones en el país.
“Año a año en el primer trimestre tenemos un crecimiento volumétrico de 3%, muy importante en cuanto a las redes de estaciones de servicio y la meta es de 10% con respecto al año anterior. A mediano plazo, en unos cinco años, buscamos tener el 20% de participación de mercado, con un crecimiento consistente”, expresó.
Respecto a los planes de proyectos de fracking en Colombia, Vegas comentó que “tenemos una tecnología muy desarrollada, con una participación importante en Estados Unidos y Argentina y, evidentemente, estaríamos interesados en proyectos de fracking en Colombia en el momento en que se den las condiciones en el país”.
Sobre la oferta de compra de Anadarko, Vegas expresó que esta adquisición fortalecerá las operaciones de exploración y producción complementando el portafolio de Chevron en estas áreas y se espera cerrar la negociación al final del segundo trimestre. “Con esta compra nos estaríamos convirtiendo en la tercera compañía de petróleo más grande del mundo, muy cerca de Exxon y Shell”, agregó Vegas.
Respecto a uno de los temas más álgidos para el sector como la inclusión de un artículo en el Plan Nacional de Desarrollo que busca reducir el IVA a la gasolina y al ACPM desde 19% a 5%, Mónica Albornoz, gerente de negocio de Texaco en Colombia, explicó que, si bien es un tema aún en discusión, sería muy positivo para los consumidores y empresas, pero habrá que estar a la expectativa de lo que vaya ocurriendo.
“Tendría un impacto importante pues es una reducción del 19% al 5%, lo que tiene su efecto en el precio final de los combustibles. Estos se van actualizando periódicamente dependiendo de algunas variables externas como el precio del crudo o tasa de cambio, entre otros. Esa reducción inicial seguramente con el tiempo se irá nivelando hacia el alza o la baja, dependiendo de las variables. Se puede ir compensando ese precio por otra serie de factores”, expresó Albornoz.
Sobre el impacto del recaudo impositivo, que sería mucho menor, la directiva comentó que “las tasas impositivas se distribuyen en diferentes frentes que permiten el desarrollo de iniciativas ya sean municipales o regionales y el Gobierno tendría que ver como compensa o ajusta estos menores recaudos en todo su Plan de Desarrollo”.
