La Agencia Nacional de Minería (ANM) inició una nueva etapa en la historia del sector minero colombiano con el lanzamiento de la Ronda Minera de Cobre, Oro y Polimetálicos, un proceso que busca atraer inversión responsable, ordenar la exploración y garantizar que la minería se convierta en un motor de desarrollo sostenible y reindustrialización verde para el país.
“Las Rondas Mineras representan reglas de juego claras, construidas de forma participativa. Buscamos promover la minería con propósito, aquella que genera confianza, bienestar y sostenibilidad en los territorios”, afirmó presidenta de la ANM, Lina Franco.
El proceso fue diseñado en conjunto con el Servicio Geológico Colombiano (SGC) y el Ministerio de Minas y Energía, y actualmente se encuentra en fase de socialización pública.
Los términos de referencia preliminares estarán disponibles para recibir comentarios de la industria, la academia y las comunidades antes de su adopción definitiva.
Cobre: el mineral estratégico de la transición energética
El eje central de esta ronda es el cobre, considerado uno de los minerales más demandados del siglo XXI por su papel esencial en la transición energética global.
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Según datos presentados por la ANM, más del 65 % del cobre producido en el mundo se utiliza en aplicaciones eléctricas y electrónicas, y su demanda podría duplicarse antes de 2035 debido al crecimiento de los vehículos eléctricos, la infraestructura solar y eólica, y la expansión de redes inteligentes.
“Si vamos a hablar de transición energética, estamos hablando de cobre”, enfatizó Franco. Y agregó que “Colombia tiene un potencial enorme y esta es la oportunidad de hacerlo bien: con planificación, respeto ambiental y beneficios sociales tangibles”.
De acuerdo con proyecciones internacionales, la producción mundial de cobre pasará de 23 millones de toneladas en 2025 a cerca de 50 millones en 2050, impulsada por la necesidad de sustituir fuentes fósiles y electrificar la economía global.
En este contexto, la ANM estima que el cobre podría convertirse en el principal generador de regalías mineras en Colombia, representando más del 50 % del total hacia 2024-2025.
Potencial geológico y ordenamiento territorial
La ANM identificó áreas estratégicamente seleccionadas con alto potencial en cobre, oro y otros metales, las cuales fueron delimitadas con base en información técnica del SGC, análisis geoespaciales y criterios de exclusión ambiental, social e infraestructural.
Estas zonas no se superponen con parques naturales, áreas protegidas ni territorios con restricciones socioambientales, lo que garantiza un proceso de asignación responsable y acorde con los lineamientos de sostenibilidad del Gobierno Nacional.
Actualmente, Colombia cuenta con 354 títulos mineros que incluyen cobre dentro de los minerales autorizados, equivalentes al 0,43 % del territorio nacional, principalmente ubicados en Antioquia, Cesar, Santander, Córdoba y Chocó.
El país exportó en 2024 más de 46.000 toneladas de concentrados polimetálicos, y el 85 % del cobre provino de la mina El Roble, en Chocó. Sin embargo, el país aún importa cerca de 40.000 toneladas de cobre refinado cada año, lo que evidencia la necesidad de avanzar hacia procesos industriales locales y manufactura de valor agregado.
“Queremos dejar de exportar solo materia prima. Buscamos promover inversiones que desarrollen cadenas productivas nacionales: cableado eléctrico, componentes industriales y materiales para energías limpias”, destacó Franco.
Un modelo de minería con propósito y participación
Más allá de los objetivos técnicos, la ANM busca consolidar un nuevo pacto social minero. La presidenta Lina Franco resaltó que esta ronda no se trata solo de asignar áreas, sino de reconstruir la confianza entre las comunidades, el Estado y las empresas.
“Estamos poniendo a las comunidades en el centro del modelo. Escucharlas, involucrarlas y generar beneficios tangibles es la única forma de asegurar la sostenibilidad social del sector”, afirmó.
La ronda incluirá espacios de participación regional donde se presentarán los proyectos, los mecanismos de evaluación y las condiciones de inversión. Además, contará con acompañamiento de entidades garantes como la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación, para asegurar transparencia y legitimidad en cada etapa.
La ANM subrayó que los proyectos seleccionados deberán cumplir altos estándares ambientales, incorporar tecnología limpia, respetar los derechos de las comunidades étnicas y garantizar la restauración progresiva de ecosistemas.
Minería estratégica y reindustrialización verde
El lanzamiento de esta ronda está alineada con la visión de una transición energética y ordenada.
En ese sentido, Franco explicó que el desarrollo del cobre, oro y polimetálicos será clave para la reindustrialización del país, al proveer materias primas necesarias para la manufactura eléctrica, la construcción de energías renovables y la producción de insumos estratégicos.
“Esta ronda minera está pensada para impulsar una economía productiva, descarbonizada y basada en conocimiento. Colombia tiene los recursos, pero sobre todo el talento para hacerlo posible”, aseguró la presidenta de la ANM.
Un nuevo capítulo para el sector minero colombiano
Para la Agencia, la Ronda Minera de Cobre, Oro y Polimetálicos representa una ruptura con los modelos anteriores de asignación de áreas, tradicionalmente opacos o poco articulados con los territorios.
En esta ocasión, el proceso busca construir de manera participativa y técnica la hoja de ruta del desarrollo minero nacional, bajo principios de transparencia, eficiencia y sostenibilidad.
La ANM cerrará el periodo de observaciones en las próximas semanas y espera abrir la convocatoria definitiva antes de finalizar 2025.
Con ello, se espera que nuevos inversionistas nacionales e internacionales participen en el proceso, impulsando la exploración y el desarrollo de minerales que serán fundamentales para el futuro energético de Colombia.