Global66, la fintech chilena especializada en transferencias internacionales y soluciones financieras digitales, avanza en su crecimiento regional y ahora trae un nuevo servicio enfocado en empresas colombianas que se dediquen a actividades de comercio exterior.
En diálogo con Valora Analitik, Tomás Bercovich, CEO y cofundador de Global66, destacó la relevancia que tiene el país para su crecimiento, además de entregar un balance de su desempeño en el año y los nuevos servicios que traerá al país.
¿Cuál es el nuevo servicio para exportadoras e importadoras en Colombia?
Colombia es un mercado sumamente regulado y todas las importaciones deben pasar por canalización obligatoria. Esto es complejo para las empresas, que deben elegir el numeral cambiario y cumplir con un proceso manual y engorroso.
En Global66 invertimos fuertemente: pusimos US$3 millones adicionales en nuestra licencia de capital regulatorio y poder ofrecer servicios de comercio exterior. Esto permite que las empresas paguen sus importaciones a través de nosotros.
Además, invertimos en tecnología y desarrollamos una plataforma en la que las empresas pueden hacer todo de forma autónoma y en línea: elegir el numeral cambiario, generar los reportes para el Banco de la República y todo el proceso para pagar sus importaciones de manera muy simple.
¿Qué ofrecen puntualmente para las empresas? ¿Hay financiamiento?
Hoy no ofrecemos financiamiento, aunque está en nuestros planes. Actualmente acompañamos a las empresas en toda la parte transaccional. Una vez que la compañía tiene acuerdos con su proveedor en Europa, Asia o cualquier lugar, puede realizar el pago a través de Global66, usando los numerales cambiarios correspondientes y generando la reportería necesaria para que todo quede en regla frente al Banco de la República.
¿Tienen mercados específicos para estos pagos de comercio exterior?
Con Global66 puedes transaccionar hacia más de 150 destinos y en más de 60 de ellos en moneda local. Si quieres importar desde España, puedes pagar en euros o dólares, dependiendo de tu acuerdo con el proveedor. Si es China, puedes pagar en dólares. Cubrimos prácticamente todo el mundo, excepto África y algunos países puntuales de Asia.
¿Qué peso tiene esta línea de negocio dentro de su operación?
Hablemos de Colombia: entre enero y agosto, nuestros clientes transaccionaron más de US$400 millones en total; de esos, más de US$100 millones correspondieron a clientes empresa.
¿Cómo leen este comportamiento y cómo impacta sus metas?
Estamos muy contentos. Este año crecemos más de 150 %, lo que para una empresa de nuestro tamaño es significativo. Somos rentables desde hace más de año y medio, lo que nos da tranquilidad y demuestra solidez a nuestros clientes, pues no dependemos de nuevas rondas de inversión para operar.
Global66 es probablemente la empresa más regulada de Latinoamérica en nuestro segmento. Emitimos más de 70 reportes al año a la SFC y al Banco de la República.
Aprovecho para invitar a las empresas a verificar con quién operan. Hay compañías que no están reguladas, lo que implica riesgos. Las autoridades deberían ser más claras sobre qué empresas están autorizadas y exigir que las demás se regulen o dejen de operar, porque ponen en riesgo el ecosistema financiero.
¿Cómo ven el panorama de pagos en Colombia frente a otros países?
Colombia venía rezagada. ACH no es instantáneo, y el 4 x 1.000 desincentiva el movimiento de dinero entre bancos. En Chile, por ejemplo, las transferencias son instantáneas y gratuitas desde hace años.
En Global66, el 70 % de las transacciones se paga en menos de cinco minutos gracias a nuestras conexiones con rieles locales. Si el país tiene pagos instantáneos, nosotros pagamos de inmediato.
La llegada de Bre-B es positiva, pero debe escalar. También sería importante eliminar el GMF (4×1000) para transferencias entre cuentas propias, porque hoy beneficia a los bancos incumbentes y frena la competencia.
En cuanto a nuestros QR, ya funcionan en Brasil, pronto en Argentina y esperamos que lleguen a Colombia el próximo año.
¿Cómo va la operación de Global 66 en Colombia?
Va muy bien. Este año crecemos cerca de 200 % y hemos transaccionado US$400 millones en lo que va del año. Tenemos un equipo de casi 150 personas y nos mudaremos a una nueva oficina de 1.000 metros cuadrados. Colombia es hoy nuestro segundo mercado más grande y esperamos que sea el número uno antes de finalizar el año.
Además del servicio de comercio exterior, ¿en qué otros frentes trabajan?
Seguiremos desarrollando productos para facilitar la vida de personas y empresas, especialmente en el ámbito internacional.
Lanzamos la plataforma multiusuario, que permite a las empresas asignar roles, definir dobles firmas y aumentar la seguridad. Esto nos abre la puerta a empresas más grandes.
También lanzamos el pago con QR en Brasil. Ya estábamos integrados a Pix para transferencias internacionales, pero ahora puedes pagar escaneando un QR directamente desde Global 66. Planeamos expandir esto a otros países de la región, como Colombia.
¿Qué tanto afecta la sobrerregulación en Colombia?
Lo importante es que las reglas sean iguales para todos. Para sacar una licencia en Colombia nos demoramos tres años, tenemos US$5 millones en capital regulatorio y cumplimos con exigencias que a veces friccionan la experiencia del cliente.
Mientras tanto, hay empresas que no cumplen nada y operan sin supervisión. Eso genera una cancha dispareja y lleva a cuestionarse si vale la pena seguir regulados en Colombia. Incluso hemos discutido si devolver la licencia y operar desregulados, ya que parece que a las autoridades no les importa que haya compañías no reguladas captando recursos.
En Chile, por ejemplo, la CMF publica periódicamente listas de empresas no reguladas para advertir a la ciudadanía. Aquí la SFC y el Banco de la República podrían hacer algo similar, bloquear tecnológicamente a compañías irregulares y llamar a esas empresas para exigirles regulación o salida del país.