Índice PMI de Davivienda aumentó en julio por cuarta vez consecutiva

Para Davivienda, las cifras de julio reflejan una aceleración del ritmo de expansión tanto de pedidos como de producción y nuevos negocios.

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El Índice de Gestión de Compras (PMI) del sector industrial colombiano subió en julio de 2025 hasta los 51,9 puntos y mostró la cuarta mejoría consecutiva de las condiciones del renglón manufacturero.

El indicador calculado por Davivienda mide los nuevos pedidos, la producción, el empleo, los plazos de entrega de proveedores y los inventarios de compras con el fin de monitorear las condiciones del sector industrial.

Vale la pena recordar que el mes anterior el PMI se ubicó en 51 puntos, lo que le permite concluir a Davivienda que las cifras de julio reflejan una aceleración del ritmo de expansión, pues lecturas por encima de 50 puntos indican incrementos intermensuales.

Índice PMI de Davivienda a julio de 2025
Fuente: Davivienda.

“Sin duda los resultados del PMI son muy satisfactorios: aceleración en el crecimiento de las ventas, mayor optimismo en las expectativas de producción en 37 meses y bajos crecimientos en los precios de los insumos”, dijo Andrés Langebaek, economista jefe del Grupo Bolívar.

El boletín de Davivienda destacó un sólido repunte de los pedidos de fábrica, motivado por la publicidad y la tendencia positiva de la demanda, lo que animó a las empresas a contratar personal adicional, revirtiendo la tendencia que se reportó en junio.

“La expansión que se registró en julio fue sólida y más rápida que la que se observó en junio, y amplió a cuatro meses la secuencia actual de crecimiento. El aumento de los nuevos negocios entrantes y las perspectivas positivas de crecimiento animaron a las empresas”, detalló la entidad financiera.

De forma simultánea, los volúmenes de producción continuaron ampliándose a inicios del tercer trimestre. Este crecimiento, no obstante, se ralentizó a un ritmo moderado.

Insumos, precios y negocios

Las empresas también adquirieron insumos adicionales en un intento de incrementar los inventarios y dar respuesta al aumento de la demanda, lo que intensificó la presión sobre la capacidad operativa de los proveedores. Esto a pesar de que los industriales colombianos volvieron a experimentar cuellos de botella con las cadenas de suministro.

Así mismo, las presiones de los precios, tanto costos de insumo como valores de venta, se moderaron. En el primer caso, la tasa de inflación fue la más débil en ocho meses e incluso resultó inferior al promedio a largo plazo. En el segundo, las empresas intentaron no modificar los precios de venta ante la intensa competencia.

Adicionalmente, según Davivienda, el volumen de negocios pendientes se incrementó por tercer mes consecutivo en julio, y lo hizo en la mayor medida desde enero de 2024.

Langebaek sugirió, adelantándose a las estadísticas oficiales, que en el segundo trimestre del año el país habría observado una importante consolidación en la mejoría del sector manufacturero, aunque advierte que factores como la situación fiscal pueden romper esta tendencia positiva.

Lo anterior se vería reflejado en 1) el aumento en el costo externo e interno de la deuda pública, que, a su vez, tendrá un efecto sore las tasas de interés, lo cual puede moderar el crecimiento de las ventas de bienes durables y 2) la base de inversionistas del exterior, lo cual vuelve aún más impredecible la tasa de cambio que puede aumentar sus niveles promedio.

Incluso los industriales colombianos se mostraron más optimistas sobre la producción a un año, y el nivel de confianza general alcanzó un máximo en 37 meses.