La inflación en el Reino Unido continuó su descenso en noviembre, ubicándose en 3,2 % interanual, por debajo del 3,6 % registrado en octubre y de las expectativas del mercado, que apuntaban a una lectura alrededor de 3,5 %. Esta cifra marca el nivel más bajo desde marzo de este año, según datos oficiales publicados este miércoles por la Office for National Statistics (ONS).
El índice de precios al consumo (CPI), que mide el incremento de los costos de bienes y servicios para los hogares, mostró que los precios siguen aumentando, pero a un ritmo más moderado que en los meses previos.
La desaceleración de la inflación ha sido impulsada en gran medida por una caída en los precios de los alimentos, el alcohol y el tabaco, así como por descuentos significativos en productos de consumo durante la temporada previa a la Navidad.
Alimentos y bienes cotidianos, claves en la moderación
Uno de los factores más visibles detrás de la caída de la inflación fue el comportamiento de los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas, que mostraron una variación anual menor al compararse con octubre, contribuyendo decisivamente a suavizar la presión general sobre los precios. Además, alimentos como pan, cereales, productos lácteos y dulces registraron descensos o aumentos moderados en comparación con el año anterior, lo que fue un factor clave en el resultado general.
Los precios de alcohol y tabaco también contribuyeron a frenar la inflación, con aumentos más moderados que en meses anteriores, mientras que otros productos como ropa y calzado presentaron caídas en sus precios anuales, contribuyendo adicionalmente al descenso de la inflación.

Inflación subyacente también se modera
No solo el índice general mostró una desaceleración, sino también la inflación subyacente —que excluye los componentes más volátiles como alimentos y energía— se redujo de 3,4 % en octubre a 3,2 % en noviembre. Esta lectura indica que las presiones de precios internas también están cediendo, aunque de manera gradual, lo que es observado de cerca por los analistas como un indicador de tendencias más estructurales en la economía.
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Expectativas de política monetaria
La lectura de inflación más baja de lo esperado ha fortalecido las expectativas de los mercados financieros de que el Bank of England (BoE) podría recortar su tasa de interés de referencia en su reunión de política monetaria programada para esta semana. La tasa base se mantiene en 4,0 %, pero operadores y analistas proyectan un posible recorte de 25 puntos básicos, bajándola a 3,75 %, en respuesta a la moderación de los precios y al enfriamiento de la economía.
El informe de inflación de noviembre, al ubicarse por debajo de las proyecciones incluso del propio Banco de Inglaterra, refuerza el argumento a favor de una política monetaria más flexible para apoyar tanto la recuperación económica como la actividad interna en un contexto donde el crecimiento ha sido débil.
Contexto económico
La moderación de la inflación coincide con un panorama económico más en el que el crecimiento económico se ha mostrado lento en los últimos trimestres. Además, la tasa de desempleo del Reino Unido aumentó un 5,1%.
Pese a que la inflación está en descenso, sigue por encima del objetivo del 2 % fijado por el BoE, lo que sugiere que, aunque las presiones de precios están cediendo, aún no se ha logrado una estabilidad plena de los precios. Las proyecciones oficiales y privadas señalan que, si bien es probable que la inflación siga moderándose, es poco probable que regrese al objetivo del banco central antes de mediados de 2027 debido a factores estructurales y a presiones salariales históricamente elevadas.




