Al segundo trimestre de 2020, Conconcreto tuvo unos ingresos de actividades ordinarias por $264.000 millones y una ganancia bruta de $41.215 millones, así lo reveló el presidente de la compañía, Juan Luis Aristizabal.
De acuerdo con el balance de la compañía, con respecto a junio de 2019, Conconcreto venía moviéndose en un proceso de desaceleración debido a la baja en las oportunidades de mercado que hubo en 2018 y 2019, años complejos para el sector de la construcción y edificación.
“La construcción estuvo muy activa, sobre todo en proyectos 4G de concesión, pero en general había una desaceleración. Nosotros veníamos en un proceso de desaceleración, pero veíamos a febrero como el mes para una buena recuperación; sin embargo, luego se presentó la contingencia por el coronavirus lo que afectó nuestros balances”, resaltó el directivo.
Las cifras de la empresa a junio ya dan cuenta del impacto de la Covid-19, pues se evidencia una disminución en el volumen de ejecución de contratos. Así las cosas, la compañía logró obtener una ganancia operacional, pero 52 % menor a la registrada en el mismo periodo de 2019, pasando de $83.545 millones a $40.062 millones.
Entre tanto, Aristizabal destacó que, en el segundo trimestre, se hizo una reestructuración de la compañía, reflejando una disminución de los gastos de administración y ventas de 13 % y una baja en los gatos por beneficios a los empleados de 13 %.
“Hoy la compañía está supremamente eficiente; estamos buscando productividad en todas las áreas y buscamos cómo pasar la pandemia siendo bastante productivos y buscando todo tipo de optimizaciones en todas las áreas”, manifestó el presidente de Concontreto.
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Entre tanto, se resaltó el impacto de la calidad de los intereses que han tenido un impacto positivo en el costo financiero de la firma, hay una disminución del costo financiero de 11 % entre junio de 2019 y junio de 2020, pasando de $37.099 millones a $33.200 millones.
También, los estados financieros indicaron que la utilidad del periodo fue de $22.189 millones y los márgenes que están teniendo en la operación del negocio pasaron de 17,2 % en junio de 2019 a 15,6 % en el mismo mes de la actual vigencia.
Adicionalmente, el Ebitda de la compañía se redujo a $59.754 millones en el segundo trimestre del año, frente a los $105.102 millones del mismo periodo del año anterior, lo que representó una contracción de 43 %.
De otra parte, la compañía tuvo una operación con retos importantes, pues, como se sabe, la segunda quincena de marzo se ordenó el cierre de todo el país y en abril gran parte de la economía estuvo totalmente paralizada y la reactivación ha sido lenta, a medida en que las personas han podido salir a los puestos de trabajo.
“Nosotros cerramos todas las salas de ventas y activamos la estrategia digital de proyectos de vivienda y la compañía ha sido exitosa en esta tarea. En el segundo trimestre de 2020 tuvimos ventas por $32.823 millones, es una cifra un 34 % menor al primer trimestre de 2020. Sin embargo, para julio ya estamos cercanos a los $16.000 millones en ventas y estamos recuperando la operación normal del negocio, básicamente fundamentados en estrategias digitales que han sido muy exitosas para la compañía”, subrayó el directivo.
Los proyectos en ejecución
Conconcreto tiene siete proyectos de construcción, cinco proyectos en preventas y su concentración está en el tope de VIS y hasta de 170 salarios mínimos, también está en viviendas de estratos dos y tres, y esperan permanecer en este tipo de proyectos en su mayoría.
Además, se hizo el lanzamiento de una estrategia que tendrá su primer proyecto en Medellín que se llama ‘Country’, que es para un nicho específico de personas que viven solas, son profesionales independientes, para parejas, personas iniciando etapa de retiro, iniciando una etapa creativa o para asesores de compañías. Hay que decir que estas unidades están cercanas a los $1.000 millones y con las ventas digitales se están comercializando entre cuatro y seis unidades mensuales.
Entre tanto, la compañía avanza en la terminación de muto acuerdo del contrato de licitación, de iniciativa privada 4G, entre Buga y Buenaventura. Esta concesión tuvo una imposibilidad de cumplimiento de algunos requerimientos que tenía el contrato de parte de su contratante que es la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). Por tal razón, la compañía tuvo que recurrir a la terminación anticipada.
“Se hizo la evaluación de todos los costos y gatos invertidos en la concesión durante la etapa de la operación y la fase de construcción, y se llegó a un acuerdo con la ANI para la devolución de $47.000 millones de los cuales Conconcreto recibió $14.765 millones. Pero, en la parte en la que no hubo acuerdo con la ANI, se sometió a una cláusula de arbitramiento, que está en este momento en curso se espera que termine antes de 12 meses, con los cuales quedarían aclaradas las cuentas entre el consorcio y la ANI”, señaló Juan Luis Aristizabal.
Hay que decir que el tribunal tiene un monto aproximado de $120.000 millones y Conconcreto tiene 33 % de participación en el tribunal.
Por otro lado, otro hecho muy importante para Conconcreto es la adjudicación de una patente de la compañía; es decir, una patente para un sistema para la unión de columnas y vigas prefabricadas que viene tramitándose desde muchos meses atrás, lo que le permitiría utilizar el sistema de prefabricación de una manera eficiente en los procesos de construcción en proyectos de Colombia.
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Incluso de espera que se pueda incluir este sistema en la norma sismorresistente colombiana.
En cuanto a Hidroituango, en junio se firmó un acta de modificación bilateral que le permite a la firma continuar operando en este proyecto hasta el 31 de diciembre, continuando con las obras de mitigación de la crisis y la recuperación del proyecto. “Básicamente, las obras que se están haciendo ahora están enfocadas en la recuperación de la caja de máquinas; en este momento estamos en la etapa de recuperación de concreto y los túneles que conectan las máquinas con las otras salas del proyecto”, afirmó el presidente de Conconcreto.
Según el líder de la compañía, este proyecto continúa avanzando normalmente, hubo un periodo en julio en el que los trabajadores salieron y ahora se están implementado las nuevas normas de bioseguridad para seguir operando. Se proyecta que para septiembre u octubre se reactive la operación normal del proyecto.
En términos de negocios, la compañía a junio de 2020 cerró con un backlog de $1,95 billones, un crecimiento aproximado de 26 % con respecto al cierre de diciembre de 2019. De ese backlog, 18 % correspondió a construcción y 81,7 % a infraestructura.
Y para 2021, según la información de Aristizabal, ya hay conseguidos $454.000 millones y para 2022 $476.000 millones.
Cabe resaltar que hoy, con la crisis del coronavirus, la compañía tiene grandes proyectos que le van a permitir operar durante el segundo semestre de este año y 2021 casi a un ritmo normal comparado con 2020 y finales de 2019.
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