Valora Analitik conversó con Germán de la Torre, gerente de la Concesión Línea Férrea Central, que opera el ferrocarril adjudicado por el Gobierno entre La Dorada y Chiriguaná.
El directivo dio detalles de los avances del proyecto férreo más ambicioso del país.
El corredor férreo La Dorada–Chiriguaná avanza en su etapa de preconstrucción y se perfila como la primera gran recuperación de vías férreas en décadas. El proyecto busca rehabilitar la línea que conecta el centro del país con la red de Fenoco y, finalmente, con la costa norte entre Santa Marta y Ciénaga.
Tres socios y una operación ya en marcha
La concesión está integrada por Grupo Ortiz, multinacional española; Transferport, empresa colombiana; y CI Natural, firma vinculada al mismo grupo, pero con participación independiente en la concesión.
Desde agosto, tras la firma del acta de inicio, el consorcio ejecuta estudios y diseños para definir la rehabilitación integral de la vía.
Pese a estar en la fase previa, la línea férrea ya opera. Hoy moviliza principalmente carga minera, mientras se realizan labores de mantenimiento para asegurar que la operación continúe sin interrupciones durante la preconstrucción y la futura construcción.
“Muy pronto vamos a empezar a transportar carga variada. El objetivo es atraer más carga comercial al modo férreo, como complemento —no como competencia— del transporte por carretera”, explicó el directivo.

Meta: trenes más largos, más carga y más eficiencia logística
Solo durante la concesión, este año se han transportado cerca de 350.000 toneladas de carga minera, que se suman a las 700.000 movidas antes de la entrada en operación del concesionario.
La proyección es ambiciosa: mover entre 2 y 3 millones de toneladas anuales de carga variada a través del tren.
La expectativa del Gobierno y del concesionario es clara: trenes más largos, más capacidad, mayor diversidad de carga y distancias más eficientes para fortalecer la competitividad logística del país.
Tres fases y dos hitos cruciales antes de 2026
El contrato tiene una duración total de 10 años y contempla tres fases:
- Preconstrucción: 15 meses (ya se completaron cerca de cuatro).
- Construcción: 49 meses, prevista para iniciar en noviembre de 2026.
- Operación, mantenimiento y reversión.
Dentro de la preconstrucción hay dos hitos clave:
- Construcción de dos instituciones educativas en el municipio de Cimitarra, en el corregimiento de Puerto Parra, para alejarlas del corredor férreo y garantizar la seguridad de los estudiantes.
- Construcción de un nuevo puente vehicular sobre el río Sogamoso, en Puerto Wilches, que reemplazará el actual puente multipropósito usado por trenes y vehículos.
Un proyecto que cruza nueve departamentos
El corredor férreo atraviesa 9 departamentos y numerosas comunidades rurales y urbanas. Por eso, el concesionario desarrolla un Plan de Gestión Social que incluye formación a jóvenes, fortalecimiento de juntas de acción comunal, apoyo a emprendimientos locales, promoción de diversidad de género y trabajo directo con grupos poblacionales minoritarios.
“El objetivo es que el proyecto genere desarrollo real: empleo, compra local de bienes y servicios, y capacidades en las comunidades que reciben el impacto directo de la obra”, señaló el directivo.




