Stuart Fox, director de Operaciones de Vuelo y Técnicas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por su sigla en inglés), presentó un diagnóstico sobre la crisis logística en la industria de la aviación global.
Dijo que el sector enfrenta un déficit de más de 5.300 entregas de aeronaves desde 2020, mientras que el backlog de pedidos pendientes ha alcanzado la cifra récord de 17.000 unidades, equivalente a más del 60 % de la flota activa mundial.
«Eso es enorme. Va a tomar años ponerse al día», advirtió Fox. La consecuencia inmediata es que las aerolíneas, ante la incapacidad de recibir nuevos aviones más eficientes, se ven forzadas a operar y mantener flotas más viejas por más tiempo, con un impacto severo en su eficiencia operativa y su sostenibilidad financiera.
El impacto en cifras: Un costo elevado
El estudio realizado por IATA cuantificó el golpe económico de esta disrupción en US$11.000 millones para 2025. Fox desglosó este monto en sus componentes clave, revelando un efecto dominó de ineficiencias.
El ítem más significativo, con US$4.200 millones, son los ahorros de combustible retrasados.
Los nuevos modelos ofrecen mejoras de eficiencia de hasta un 20 %, un beneficio que las aerolíneas no pueden materializar.
En segundo lugar, los costos de mantenimiento se disparan porque las aeronaves antiguas requieren chequeos más frecuentes y prolongados. Un ejemplo crítico: las revisiones de motores ahora toman un promedio de 75 días, y los trenes de aterrizaje pasaron de 90 a 120 días en taller.

Paralelamente, las aerolíneas están invirtiendo US$1.400 millones adicionales en inventario de repuestos para mitigar los largos tiempos de espera por partes, y desembolsan US$2.600 millones en arrendamiento excesivo de motores, un mercado donde la escasez ha inflado los precios.
La raíz del problema y las soluciones propuestas
Más allá de describir la crisis, Fox señaló las causas estructurales y propuso acciones correctivas. La capacidad insuficiente en los talleres de mantenimiento, reparación y overhaul (MRO) es un cuello de botella, agravado por acuerdos de licencia que limitan dónde pueden ser reparados los componentes, restringiendo la competencia.
«Eso necesita abrirse para inyectar más capacidad al sistema», afirmó.
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La falta de visibilidad en la cadena de suministro es otro obstáculo fundamental. Los miles de proveedores que alimentan la producción de aviones no tienen claridad sobre la demanda real, lo que impide una planificación eficiente. Mejorar esta visibilidad permitiría a las aerolíneas reducir sus costosos inventarios de seguridad.
Como soluciones, Fox destacó tres vías principales. Primero, acelerar el uso de datos para mantenimiento predictivo, pasando de los calendarios fijos a modelos que anticipen fallas y optimicen las ventanas de servicio. Segundo, expandir el uso de piezas alternativas certificadas, rompiendo el monopolio de los fabricantes originales (OEM) en el mercado de repuestos. Y tercero, fomentar la reutilización de materiales de aeronaves retiradas, una práctica de economía circular que aliviaría la presión sobre la producción nueva.

Panorama complejo: Control de tráfico aéreo y capacidad aeroportuaria
Al ampliar el panorama, Willie Walsh, director general de la IATA, complementó el análisis criticando el pobre desempeño de los proveedores de servicios de navegación aérea (ANSP), cuyas demoras «se han más que duplicado en los últimos 10 años».
Estas demoras no solo impactan la puntualidad, sino que generan enormes emisiones de CO2 adicionales y costos por compensaciones a pasajeros que las aerolíneas deben asumir.
En contraste, Walsh vio una «señal alentadora» en el reconocimiento global de la necesidad de expandir la capacidad aeroportuaria, especialmente en economías de rápido crecimiento como India y China.

Sin embargo, alertó sobre los modelos regulatorios, como el del Reino Unido, que incentivan la sobreinversión en infraestructura, lo que podría derivar en costos terminales que vuelvan a los aeropuertos poco competitivos.
En conjunto, el mensaje de IATA indica que la recuperación de la aviación post-pandemia está siendo frenada por una tormenta perfecta en la cadena de suministro, que requiere una acción coordinada y reformas estructurales para que la industria pueda volar hacia un futuro eficiente y sostenible




