La WTA cerró un acuerdo de patrocinio con Mercedes-Benz valorado en 42 millones de euros anuales, cifra que convierte este contrato en el más grande firmado en la historia del tenis femenino. El acuerdo tendrá una duración de diez años, lo que proyecta un flujo total cercano a 420 millones de euros, según confirmó la organización.
La inversión permitirá acelerar ese objetivo, impulsando también la estructura comercial y deportiva del tenis femenino, que en 2023 generó alrededor de US$158 millones en ingresos.
La magnitud del acuerdo destaca en comparación con otros patrocinios del deporte femenino. En fútbol, por ejemplo, las mayores alianzas comerciales de selecciones o clubes suelen oscilar entre 10 y 20 millones de euros anuales, muy por debajo de la cifra que Mercedes destinará al tenis. Para dimensionar el salto, el contrato supera incluso algunos acuerdos principales del circuito masculino en etapas previas a la pandemia.
El anuncio se realizó en Stuttgart con figuras como Roger Federer, Billie Jean King y Coco Gauff, junto a directivas como Valerie Camillo, presidenta de la WTA. King recordó que la misión fundacional del organismo era garantizar que cualquier jugadora pudiera vivir del deporte en igualdad de condiciones, un objetivo que este patrocinio acerca cada vez más.

Mercedes-Benz entra a la élite del patrocinio deportivo femenino
Mercedes-Benz mantiene una relación histórica con el tenis: ha patrocinado a figuras como Federer, Gauff y Sloane Stephens, y ha sido socio del US Open.
También fue patrocinador oficial del circuito ATP entre 1996 y 2008. Su entrada como principal aliado de la WTA marca un movimiento estratégico en un mercado de patrocinio deportivo femenino que ha crecido más de 20 % anual en los últimos tres años.
Para la WTA, el nuevo contrato reemplaza el espacio que ocupaba Hologic desde 2022 y que se ubicaba entre los acuerdos más grandes del tenis femenino reciente. Ahora, con Mercedes-Benz, la organización proyecta un ingreso anual que supera por más del doble algunos presupuestos combinados de torneos WTA 500.
Sin embargo, la negociación no ha sido sencilla. La WTA debe reorganizar activos comerciales que hoy están vinculados a otras automotrices. El torneo WTA 500 de Stuttgart, por ejemplo, mantiene una alianza de larga data con Porsche; otros torneos cuentan con acuerdos con Lexus o fabricantes regionales.
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Los torneos de mayor jerarquía, como los WTA 1000, mantendrán sus acuerdos actuales. Indian Wells, por ejemplo, tiene vigente su relación comercial con BMW durante al menos dos temporadas más. En paralelo, los Grand Slams seguirán operando bajo su independencia comercial, como el US Open, que tiene a Cadillac como socio automotriz.




