Las obras clave que necesita el Metropolitano de Barranquilla para la final de la Sudamericana 2026

Además de la infraestructura, Barranquilla deberá reforzar su capacidad en alojamiento, transporte, seguridad y movilidad.

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La final de la Copa Libertadores 2025 en Lima dejó un impacto económico superior a los US$70 millones, según estimaciones del Gobierno peruano y la Conmebol. El dato mostró cómo un solo evento deportivo de alto nivel puede generar ingresos significativos en alojamiento, transporte, comercio y servicios.

La capital peruana recibió a 50.000 turistas brasileños, que gastaron más de US$37,5 millones en hoteles y cerca de US$15 millones en consumos durante su estadía.

Ese precedente plantea un escenario claro para ciudades que aspiran a consolidarse como sede de eventos deportivos internacionales. El caso de Barranquilla, que será anfitriona de la final de la Copa Sudamericana 2026, abre la puerta a estimar cuánto podría ganar la capital del Atlántico si logra replicar (o incluso superar) los resultados de Lima.

La experiencia peruana demuestra que estas finales concentran en pocos días una derrama económica que dinamiza sectores como turismo, gastronomía, transporte aéreo y comercio. También muestran que las ciudades sede se benefician de visibilidad internacional, uno de los factores que más valoran los organizadores al escoger futuras plazas para eventos deportivos.

Barranquilla recibirá la final de la Copa Sudamericana 2026
Barranquilla recibirá la final de la Copa Sudamericana 2026. Imagen: Alcaldía de Barranquilla

Barranquilla apuesta por una final continental: Remodelaciones, inversión y plazos

El Estadio Metropolitano Roberto Meléndez es el escenario designado para recibir la final de la Copa Sudamericana 2026. Actualmente tiene una capacidad cercana a los 47.000 espectadores, pero iniciará un proceso de remodelación a finales de 2025 con el objetivo de cumplir los estándares internacionales requeridos para albergar finales únicas.

El plan contempla eliminar la pista atlética, acercar las tribunas al campo, rebajar el nivel del césped, modernizar accesos, reforzar sistemas de seguridad, ampliar zonas VIP y actualizar espacios destinados a medios, árbitros, logística y hospitalidad.

Con estas mejoras, la capacidad estimada del estadio podría aumentar a entre 60.000 y 65.000 espectadores, convirtiéndolo en uno de los escenarios deportivos más grandes y modernos del país.

Las obras tendrían una inversión superior a los $200.000 millones, según estimaciones iniciales. Esta cifra incluye adecuaciones estructurales, renovación de zonas operativas y modernización de sistemas eléctricos e iluminación profesional.

Además de la infraestructura, la ciudad deberá reforzar su capacidad en alojamiento, transporte, seguridad y movilidad. Eventos anteriores en Sudamérica han mostrado que estos aspectos son determinantes para la experiencia del visitante y para la aprobación de las entidades organizadoras.

La final de la Sudamericana 2025 anunciada en un comienzo en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, por ejemplo, fue trasladada a Asunción, Paraguay por incumplimientos en tiempos de obras y requerimientos técnicos.

Equipos más costosos de la Copa Sudamericana.
Copa Sudamericana. Imagen: Cuenta Copa Sudamericana

¿Cuánto podría ganar Barranquilla?

Si Barranquilla replicara el comportamiento económico que tuvo Lima en 2025, la ciudad podría recibir ingresos superiores a US$70 millones en pocos días. La proyección depende de varios factores: la cantidad de visitantes internacionales, el nivel de gasto promedio de los turistas, la oferta hotelera disponible y la capacidad del estadio remodelado.

Con un aforo que podría superar los 60.000 espectadores y la posibilidad de que dos clubes brasileños, argentinos o colombianos disputen la final, se estima que Barranquilla podría atraer entre 40.000 y 55.000 turistas durante el evento. Las dinámicas de gasto observadas en Lima permiten proyectar:

  • Hoteles y alojamiento: entre US$30 y US$40 millones.
  • Consumo en restaurantes, transporte, comercio y ocio: entre US$12 y US$18 millones.
  • Transporte aéreo y compras: entre US$10 y US$15 millones.
  • Servicios locales, logística y operación del estadio: entre US$4 y US$6 millones.

El total podría ubicarse entre US$56 y US$79 millones, en línea con lo registrado en ciudades como Lima, Asunción o Montevideo cuando han recibido finales únicas en años anteriores.

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Además del impacto económico inmediato, Barranquilla obtendría visibilidad internacional en televisión, redes sociales y plataformas digitales. Este tipo de eventos suelen atraer audiencias globales, lo que posiciona a la ciudad como un destino capaz de albergar competencias de talla continental.