La nueva estrategia de endeudamiento del Gobierno colombiano podría ser clave en la reducción del indicador de deuda pública en relación al Producto Interno Bruto (PIB), que el año pasado llegó al 60 %, pues permitiría reducir las tasas a las que se pagan los títulos de deuda (TES) y, en consecuencia, los recursos que se destinan a dicho fin.
Recomendado: Colombia pagó en 2024 el equivalente a 4 reformas tributarias por deuda pública: codirector Villamizar
La meta del director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, Javier Cuéllar, es que no solo haya un mayor volumen de emisiones, producto de la intención de invertir en Colombia, sino que se vayan corrigiendo las tasas de interés, que se incrementaron desde comienzos de este año.
En entrevista con Valora Analitik ,el funcionario explicó que la clave es jugar con la ponderación de las referencias de las emisiones para que la tasa de interés promedio a la que se financia el país, que es más baja en el corto plazo, se vaya reduciendo.
“A pesar de que la curva sigue estando alta se puede gestionar ya la llevamos más de 100 puntos básicos por debajo; eso va a terminar transmitiéndose en el Plan Financiero en el lado de los intereses por menores pagos de intereses”, dijo.
En promedio, en marzo, los TES COP tuvieron una tasa de interés ponderada del 12,4 % y los TES UVR del 5,6 %, según registros de la entidad. Sin embargo, a mediados de 2024 lograron ubicarse en 10,7 % para el caso de los TES COP y en 4,8 % para los UVR.
“Yo no diría que vuelvan a su medida de los últimos años, pero al menos que eliminemos esa prima extra de riesgo que se nos cobró este año porque entre el año pasado y la fecha las tasas subieron cerca de 200 puntos básicos. Gran parte de eso se debió a esa percepción extra de volatilidad por temas como los cambios de los ministros y las proyecciones de déficit fiscal e ingreso tributario que no se cumplieron”, explicó el funcionario.
Cuéllar fue enfático en que incluso la teoría advierte que los países que tienen problemas fiscales suelen ver una presión en la parte larga de la curva de su deuda porque las tasas tienden a subir a mayor tiempo. Por otra parte, en el corto plazo, las tasas se quedan ancladas a la expectativa de la política monetaria del banco central.
Aun así, su antecesor en Crédito Público optó por generar una sobreoferta de títulos a largo plazo, lo que promovió el empinamiento de la curva. “Cuando hay mucho papel en el mercado y la demanda está un poco resentida uno tiende a exacerbar esas presiones de empinamiento más allá de las presiones fiscales y la percepción de riesgo; eso fue lo que tuvimos en los últimos 8 o 9 meses”, detalló.
Su estrategia, en vigencia desde finales de marzo, incorporó la expectativa de los agentes del mercado que advertían un exceso de oferta que estaba generando presiones adicionales y que además le agregaba un punto a la deuda con relación al PIB.
Desconfianza del mercado contribuyó al incremento de tasas
Javier Cuéllar reconoció que el mercado ha castigado la percepción de riesgo país con altas tasas de interés, pero insistió en que ajustó la estrategia de endeudamiento para apuntarle a comprimir ese riesgo.
El director de Crédito Público aseguró que como el año pasado no se hicieron canjes entre el Gobierno y los operadores de mercado, sino que la comunicación se enfocó en una sola vía (del MinHacienda a teceros), se generaron unas fricciones y pérdida de credibilidad en el mercado.
“Esa intranquilidad y falta de confianza del mercado se estaba incorporando a los precios en las tasas de interés que estaba pagando Colombia. Ahora, cada que nosotros tomamos una decisión los convocamos para recibir una retroalimentación de parte de ellos. El fin es que la estrategia vaya cogiendo más fuerza y que todos creamos en ella”, señaló.
Cuéllar se ha centrado en que los inversionistas miren hacia Colombia y accedan a comprar su deuda a pesar de que hay grandes presiones fiscales basados en el hecho de que son los técnicos quienes al final toman las decisiones.
“Antes, cuando los inversionistas preguntaban por Colombia a los locales las respuestas eran muy negativas. Ahora son un poquito más neutrales y eso nos está ayudando a recuperar la confianza, el apetito inversionista”.
El director aprovechado su experiencia como servidor público y como operador del mercado en el sector privado para anticiparse a los análisis que finalmente usan los inversores para colocar recursos en Colombia basados en el precio y la percepción de riesgo.
“La orientación que yo vengo a dar tiene en cuenta no solamente las necesidades de la financiación del presupuesto, sino el entendimiento claro de cómo operan los inversionistas, los bancos, los creadores de mercado y debíamos hacer un ajuste en varias decisiones que se habían tomado el año pasado”, destacó.
—