En julio de 2025, los trabajadores colombianos en el exterior enviaron US$1.158,36 millones en remesas al país, la cifra más alta desde que se llevan registros, según estadísticas del Banco de la República.
Las transferencias hechas en el séptimo mes del año son 15,1 % más altas que las del mismo periodo en 2024 y se ubican 6,8 % por encima de las de junio de este año. Además, superan por US$60 millones las de abril, que habían sido las más altas del año.

Así, entre enero y julio de este año, las remesas superan los US$7.566 millones y son 14,1 % más altas que en el mismo periodo en 2024 (US$6.633,9 millones). Esto ha llevado a los analistas a proyectar que estas transferencias alcancen una participación cercana al 3 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2025, cifra histórica para el país.
“Este año, estamos viendo un buen comportamiento en el ingreso de remesas, con cifras que marcan un récord en la historia reciente del país. Este flujo constante de recursos no solo refleja la confianza de los colombianos en el exterior, sino que también se ha convertido en un pilar fundamental para el bienestar económico de millones de hogares”, afirmó Juan Sebastián González, director de Remesas de Banco Unión.
Las remesas han presentado aumentos importantes en los últimos años, incluso por encima de lo proyectado por el equipo técnico del Banco de la República.
De hecho, en 2024, rompieron récord y superaron los US$11.840 millones, tras aumentar un 17,4 % en comparación con el dato de 2023 (US$10.091,01 millones). Esta cifra equivale al 2,8 % del PIB colombiano.
Según el Banco Unión, cerca del 18 % de los hogares colombianos reciben remesas, beneficiando directa o indirectamente a más de 9,6 millones de personas. Estos recursos llegan, en su mayoría, a manos de mujeres entre los 40 y 65 años, ubicadas en zonas urbanas, quienes suelen estar al frente de la administración del gasto familiar, especialmente en rubros como alimentación, salud, educación y vivienda.
La entidad financiera también destacó la rápida digitalización en el envío de estos recursos, pues el año pasado el 54 % ingresaron directamente a cuentas bancarias, “facilitando el acceso, reduciendo barreras geográficas y promoviendo una mayor inclusión financiera”.
“La digitalización ha convertido a las remesas en una puerta de entrada al sistema financiero”, señaló González, al tiempo que celebró que las redes de corresponsales bancarios, comercios aliados y billeteras digitales sigan ampliando la cobertura en zonas rurales y no bancarizadas para acercar estos servicios a poblaciones tradicionalmente excluidas
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