Mientras avanzan las licitaciones para la construcción de la troncal de Transmilenio por la Carrera Séptima, las firmas interesadas en quedarse con los contratos por más de $2,5 billones han hecho advertencias sobre la falta de estudios y la presunta improvisación del Gobierno Distrital actual.
En las observaciones hechas a los pliegos publicados por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), los interesados han advertido problemas como la falta de estudios, inconsistencias en el presupuesto oficial e insuficientes plazos planteados para la construcción del proyecto.
Aunque desde 2021 el IDU contrató los diseños de detalle para la construcción de la troncal, los expertos aseguran que ninguno de los estudios está completo. Así lo ratifica un memorando del propio IDU citado por una de las firmas que quieren participar en la licitación:
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De acuerdo con el documento, aún faltan estudios clave como:
- El presupuesto definitivo del proyecto
- La programación de la obra
- Las especificaciones generales
- Las especificaciones particulares
Estudios que en su mayoría, destacan los expertos, ni siquiera han sido aprobados por la interventoría. Por esta razón, varios constructores que están participando en la licitación han señalado que el IDU no ha publicado el presupuesto detallado.
Adicionalmente, algunas de las observaciones señalan que el IDU no ha publicado los diseños de detalle de varias obras que están incluidas en el proyecto.
Por ejemplo, la firma ferrovial advirtió -sobre el proyecto de Transmilenio por la Séptima- que faltan los diseños de la rampa y el deprimido que se deben construir en la Calle 85.
China Harbour, otra de las empresas que quiere participar en la licitación, advirtió que no hay claridad ni planos de las estructuras que se deben construir en las calles 127 y 134, así como que tampoco hay planos para el tramos entre las calles 183 y 200, ni los diseños del patio taller.
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La Ley 1150 de 2007 y el Decreto 1082 de 2015 obligan al IDU a contar con estudios completos y suficientes para adelantar la licitación de una obra, contrariar este mandato vulneraría los principios de planeación, transparencia y responsabilidad de los servidores públicos que intervienen en la actividad contractual (Ley 80 de 1993 – artículo 24).
“Se trata de una grave violación de la ley y del principio de planeación. Es absolutamente irresponsable contratar un proyecto sin que se conozca en detalle el costo final de una obra, sobre todo una como la de la troncal de la Séptima, que incluye deprimidos y puentes. ¿Cómo van a contratar algo que no saben cuánto cuesta?”, resaltó Manuel Sarmiento, concejal de Bogotá sobre las obras de Transmilenio por la Séptima.
