El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Anchorage, Alaska, para reunirse con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en la que calificó como una cumbre de “alto riesgo” destinada a explorar un posible cese al fuego en Ucrania.
La reunión se realiza en la base militar Joint Base Elmendorf–Richardson, siendo el primer encuentro cara a cara entre ambos desde que Trump retornó a la presidencia.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, que no fue invitado a las conversaciones, y sus aliados europeos temen que Trump pueda traicionar a Ucrania congelando esencialmente el conflicto y reconociendo, aunque sea de manera informal, el control ruso sobre una quinta parte de Ucrania.
Sin embargo, Trump dejó en claro antes del encuentro: «No estoy aquí para negociar por Ucrania; estoy aquí para ponerlos en la mesa», y recalcó que cualquier intercambio territorial debe ser decidido por Kiev.
Es una línea roja que intenta calmar la ansiedad en Kiev y entre aliados europeos, aunque persisten dudas sobre cómo se traduciría en un texto de cese de hostilidades.
La elección de Alaska se debe a que es territorio estadounidense con proximidad geográfica a Rusia, con fuerte relevancia militar y ártica. Además, la movilidad internacional de Putin está limitada por la orden de detención de la CPI, lo que convierte a Anchorage en una sede viable y relativamente neutral.
Zelensky, fuera de la primera mesa
Ucrania y líderes europeos no fueron invitados a esta fase inicial. Trump dice que busca “escuchar” primero a Putin para “entender cómo terminar la guerra” y, más adelante, involucrar a Volodímir Zelensky en un segundo encuentro. Esta exclusión ha encendido alarmas en Kiev y en capitales europeas por la posibilidad de un acuerdo percibido como favorable a Moscú.
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Según la agenda difundida a medios, los mandatarios se reunirán sobre las 3:00 p. m. ET (1:00 p. m. en Anchorage). Trump partió esta mañana desde la región de Washington; hay protestas en Anchorage y un importante despliegue de seguridad. La Casa Blanca prevé que el presidente vuelva a despegar de Alaska hacia las 9:45 p. m. ET, tras las reuniones.
¿Qué busca cada parte?
- Trump: un alto el fuego verificable que reduzca el riesgo de escalada y proyecte liderazgo internacional. Ha repetido que la guerra “no habría ocurrido” bajo su mando y que puede “cerrar un trato”; sus críticos advierten sobre el peligro de sobre recompensar a Moscú.
- Putin: alivio de sanciones y validación política de su posición militar en el terreno. Expertos creen que empleará su experiencia para inclinar la narrativa a su favor, como en 2018, y buscar concesiones en seguridad y territorio.
Finalmente, Trump ha deslizado la posibilidad de una segunda reunión en Alaska que sí incluya a Zelenskyy. Si hoy emerge un marco preliminar, ese siguiente paso serviría para legitimarlo con la parte ucraniana y amarrarlo a compromisos occidentales en seguridad y financiamiento.