La crisis económica de Argentina tendrá efectos negativos en las economías vecinas, agregando un contexto externo ya desafiante para la región,
advirtió hoy Fitch Ratings.
La exposición comercial y financiera reducida debería ayudar a limitar la base amplia efectos regionales de una recesión argentina prolongada, pero en las economías más pequeñas con mayor exposición a Argentina es posible se vean más afectadas.
La agencia calificadora de riesgo pronostica que la economía argentina se contraerá en un 3% en 2019 y un 1,7% en 2020.
El alcance para desestabilizar el contagio regional debería estar limitado por una reducción sustancial en los vínculos comerciales en las últimas dos décadas, exposiciones financieras directas limitadas y bajo riesgo de contagio en el mercado financiero, añadió.
Positivamente, las exposiciones comerciales directas de bienes a Argentina para Brasil, Chile y Uruguay han caído sustancialmente desde la crisis de 2001-2002, en gran parte debido a la diversificación comercial en mercados como China.
En su informe indica que las exportaciones a Argentina han aumentado para Paraguay y Bolivia, aunque la concentración en ciertos bienes menos expuestos directamente a la demanda argentina (soja) o con base en términos contractuales previamente acordados (gas natural) debería mitigar los efectos económicos.
Hasta el momento, la región tampoco ha visto ninguna señal sustancial de riesgo de contagio de mercado para los países vecinos desde el inicio de la mayor volatilidad en Argentina en agosto.
Los diferenciales de bonos y Credit Default Swaps (CDS) para los países vecinos se han mantenido más o menos estables incluso cuando los diferenciales argentinos aumentaron significativamente.
La confluencia de los desafíos que enfrenta el país, incluida la baja credibilidad de las políticas, una carga de la deuda pública sustancialmente aumentada y altamente dolarizada, la alta inflación, una fuerte recesión, graves restricciones financieras en medio de grandes necesidades de financiamiento y una reducción de las reservas internacionales, hace que sea atípico.
Además, Fitch indicó que el severo choque político y la elevada incertidumbre política que han exacerbado estos desafíos en Argentina no son compartidos por otros países.
“Aunque creemos que la crisis de Argentina probablemente no tendrá un efecto severo o desestabilizador para en el resto de la región, presentará vientos en contra de diferente magnitud entre los distintos países”, aseveró.
En su concepto, es probable que las economías más pequeñas, como Uruguay, Paraguay y Bolivia, vean los mayores efectos de crecimiento económico debido a una serie de exposiciones, incluido el comercio, el turismo, la competitividad reducida debido a la apreciación del tipo de cambio real y las remesas.
La perspectiva de Fitch sobre las calificaciones de Bolivia y Uruguay ya es negativa. Para este último, destaca específicamente el bajo rendimiento del crecimiento persistente y el deterioro fiscal como una contribución a la perspectiva de calificación negativa en su afirmación de calificación en mayo, que refleja principalmente problemas locales que se verán amplificados por los vientos en contra de Argentina, especialmente a través del sector turístico clave.
La perspectiva de calificación negativa de Bolivia también refleja la creciente vulnerabilidad macroeconómica debido a la rápida disminución de las reservas internacionales debido a los desarrollos adversos en el sector del gas y políticas altamente expansivas.
Una mayor erosión en la competitividad frente a Argentina podría exacerbar estas tendencias, aseguró la firma.
Paraguay verá una desaceleración sustancial del crecimiento con un crecimiento que ahora se pronostica en cero este año, en parte debido a la crisis argentina.
Dicho esto, Fitch estima que Paraguay tiene una posición fiscal más fuerte en relación con Bolivia y Uruguay, con la carga de deuda más baja en América Latina con el 17% del PIB en 2018, ofreciendo un mayor margen para amortiguar el impacto con la política fiscal anticíclica.
Si bien son menos vulnerables, señaló que los riesgos relacionados con Argentina aún se sumarán a un contexto macroeconómico desafiante para vecinos más grandes como Brasil y Chile.
La adición de la crisis argentina a un conjunto ya desafiante de riesgos externos y desafíos de la demanda interna que enfrenta Brasil limitará aún más el potencial de recuperación y aumentará las dificultades para abordar la creciente deuda del gobierno general y el gran déficit.
Chile destaca por estar en una posición fiscal más fuerte y probablemente con la menor vulnerabilidad directamente vinculada a Argentina, concluyó la agencia.
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