Exmiembros de Junta Directiva de EPM advierten consecuencias ante crisis en la compañía

Varios exmiembros de Junta Directiva de EPM se pronunciaron hoy sobre la actual situación que vive la compañía y llamaron la atención sobre la crisis de gobierno corporativo.

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Foto: EPM
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Varios exmiembros de Junta Directiva de EPM se pronunciaron hoy sobre la actual situación que vive la compañía y llamaron la atención para evitar la debacle y poner al sector energético nacional en un riesgo innecesario, pero, sobre todo, evitable, tal como indican en su comunicación.

Andrés Bernal, Claudia Jiménez, Carlos Raúl Yepes, Gabriel Ricardo Maya, Javier Gutiérrez, Tatyana Aristizábal, Manuel Santiago Mejía, Luis Fernando Álvarez y Luis Fernando Arbeláez firmaron una misiva en la que sientan su posición y proponen acciones concretas en relación con los recientes hechos que están sucediendo en la administración de EPM.

La carta de los exmiembros firmantes explica lo siguiente:

“Encontramos con mucha preocupación que, en medio del debate político intensificado en los últimos días, se haya perdido de vista lo verdaderamente importante: la sostenibilidad financiera, empresarial y operativa de EPM, y por consiguiente la estabilidad energética de Colombia.

Hemos visto el colapso de todos los canales que unían a la administración pública y al sector privado en Medellín, fórmula que ha más que probado sus virtudes materializándose en el progreso de las comunidades y los usuarios del departamento y el país.

Los colombianos presenciamos un ataque inclemente, de impredecibles consecuencias, a los cimientos del gobierno corporativo que hicieron de EPM un referente de solidez y eficiencia empresarial.

Hay ya consecuencias tangibles de dicho ataque: advertencias de las calificadoras de riesgo, incertidumbre frente al grupo en el sistema financiero nacional e internacional, alta tensión entre los colaboradores y, en consecuencia, un desgaste importante en la confianza y reputación corporativa.

Las consecuencias del actual escenario en el plano financiero, económico y operativo pueden ser peores para EPM y el país. ¿Cómo seguirán reaccionando los acreedores de la empresa y las centrales de riesgo ante este nuevo desconocimiento de las más elementales reglas de manejo del gobierno corporativo? ¿Cuál es el norte estratégico con el que trabajan día a día los miles de empleados de EPM? ¿Cuál es la estabilidad que ofrece la compañía a quienes hoy son sus clientes y socios en Hidroituango y demás proyectos? ¿Se va a retrasar o no la entrada en operación de Hidroituango? ¿Qué piensan las autoridades y reguladores del sector, específicamente las Superintendencias Financieras y de Servicios Públicos al respecto? ¿El o la gerente entrante tendrá la idoneidad técnica y garantías reales para ejercer su cargo con independencia?

Son algunas de las preguntas que nos hacemos derivadas del manejo atropellado y errático de la empresa demostrado hasta el momento.

Este es un asunto de interés nacional y es urgente convocar a una discusión sincera y amplia para encontrar soluciones definitivas, corporativas y técnicas, por fuera del fragor de lo político.

La batalla campal que se construyó alrededor de EPM puede que le genere réditos a algunos de los actores involucrados, pero está llevando al traste una empresa que es patrimonio de los medellinenses y orgullo de los colombianos.

Todos los que tenemos que ver de una u otra manera con la otrora empresa “Joya de la Corona”, debemos solicitar el regreso de los lineamientos corporativos que convirtieron a EPM en referente del mundo empresarial en el continente. Por nuestra parte, seguiremos aportando ideas, propuestas, oídos abiertos y disposición.

Salvemos de la debacle a EPM y al país de un riesgo para el sector energético innecesario, pero sobretodo, evitable”.

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