Colombia conmemora 30 años desde que se llevó a cabo un hecho sin precedentes en su historia energética: un apagón de 11 meses que, además de adelantarle una hora a los colombianos con la llamada ‘Hora Gaviria’, el periodo de racionamiento de energÃa eléctrica trajo lecciones que fortalecieron al sector energético con mejor regulación, vigilancia e inversión.
¿Por qué se apagó Colombia?
Hace 30 años el Estado, en cabeza del Gobierno Nacional, era el encargado del manejo de todo el sector eléctrico: la generación, transmisión, distribución, venta de energÃa. Adicionalmente, era quien fijaba las tarifas.
Cuando llegan los años 1991 y 1992 -antes de que el paÃs se apagara, unos ocho o 10 meses antes- salió un Consejo Nacional de PolÃtica Económica y Social (Conpes) asegurando que no habÃa razones para preocuparse, pues allà se indicaba que Colombia no corrÃa el riesgo de un apagón.
Sobre todo, porque se confiaba en la capacidad instalada que habÃa disponible en su momento: algo cercano a un 60 % más de lo que se necesitaba para cubrir la demanda total.
De acuerdo con Alejandro Castañeda, presidente de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), en entrevista con Valora Analitik, hubo un error contundente en los cálculos y el análisis de la época: mucha de esa capacidad de generación de energÃa (más o menos el 73 % – 72 %) en ese momento era hidráulica y solo un 28 % era térmica.
«Eso pasó antes de que nos apagáramos. Pero, ¿por qué nos apagamos? Porque el nivel de los embalses se disminuye cuando llega un verano muy intenso o un Fenómeno de El Niño. Es cuando se le pide a las térmicas -que en ese momento era el mismo Gobierno- que empiecen a funcionar. Pero las térmicas no pudieron hacerlo por falta de mantenimiento y de inversión», relató Castañeda.
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Agregó que «como en ese entonces el Estado tenÃa tantas necesidades, y las térmicas nunca se usaban, lo que hacÃan en el Ministerio de Minas y de ISA -en su momento- era que ‘si yo no estoy usando la térmica para qué le voy a meter plata’ y se aplazaban los mantenimientos, hasta cuando ya se fueron a usar pues no funcionaron».
Asà las cosas, cuando eso pasa -la combinación de altas temperaturas que evaporan el agua de los embalses con los que se genera energÃa y se le suman unas térmicas sin funcionar- las generadoras se gastan el agua que va quedando y para eso se empieza a ‘administrar el recurso’. Que en otras palabras, no es nada diferente a que se recurre a razonamientos de energÃa para que el sistema no se apague del todo.
Para el lÃder de Andeg, lo que no puede pasar es llegar a cero porque es completamente difÃcil recuperarse. «Ahà sà nunca recuperas eso».
De ahà se dio paso a los 11 meses de razonamiento entre finales de 1992 e inicios de 1993, asà como otras medidas como la ‘Hora Gaviria’ -iniciativa de Juan Manuel Santos entonces ministro de Comercio Exterior- para aprovechar mejor las horas de luz natural.
Sin mencionar los efectos económicos que trajo consigo el apagón en Colombia: hay un estudio de la ContralorÃa General de la República que da cuenta de los efectos económicos en el que se expone cómo tal medida sacrificó varios puntos del Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia al asumir los costos de ese apagón. Sin mencionar que de la deuda total de la Nación, el 40 % era del sector electrico.
Pues, como se sabe, el sector eléctrico necesita de unas inversiones que no son menores para poder crecer, fortalecerse y expandirse.
Es cuando el Gobierno Nacional en pocas palabras se ‘cansa’ -también porque esta es una industria riesgosa- y crea las leyes 142 y 143 que le dan vÃa libre a la inversión privada.
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«Ahà lo que se hace es un tema institucional de decir ‘mire el Estado tiene que conocer muy bien los roles que tiene: uno, la dirección de polÃtica -que está en una punta del triángulo-, otra es la supervisión y control, y la otra es la regulación. Esto tiene que estar separado porque antes todo lo hacÃa el Ministerio de Minas: definÃa las tarifas con Planeación, iba a las Juntas, miraba qué se invertÃa», le explicó a Valora Analitik Alejandro Castañeda.
Cortes de energÃa con el apagón en Colombia
Tras los errores cometidos en 1991, en febrero de 1992 el ministro de Minas y EnergÃa de la época, Juan Camilo Restrepo, tomó la decisión de que Colombia tendrÃa racionamientos de energÃa diarios, con el condicional de que serÃan solo pocas semanas.
Pero, de acuerdo con información de Señal Colombia, el racionamiento era inevitable pues la sequÃa agravó la crisis que ya existÃa en el sector y que se derivó en: insolvencia de algunos proveedores, falta de mantenimiento de la infraestructura, retrasos de cinco años y sobrecostos en la construcción de El Guavio (la hidroeléctrica que prometÃa modernizar el servicio).
Y los constantes desórdenes administrativos que ISA (la empresa encargada de la interconexión del paÃs) tenÃa hace 30 años o más: un momento en el que, incluso, no contó con un director durante un año.
Como consecuencia, el racionamiento de energÃa empezó el dos de marzo de 1992 -inicialmente pensados para la tarde- que, posteriormente, se fueron extendiendo por más horas en el dÃa (sobre todo en las que habÃa mayor consumo energético), según información de Señal Colombia.
La iniciativa escaló tanto que, a mediados de año, el apagón ya era de nueve horas en Bogotá, diez en la costa Caribe y 18 en San Andrés.
«Los negocios que podÃan hacerlo compraron plantas eléctricas de gasolina, cuyo ruido acompañó las noches de numerosos sectores comerciales. En los barrios residenciales, por su parte, reinaron el silencio y la oscuridad, mientras la gente que pudo se refugió en sus casas a distraerse con la radio y los juegos de mesa», relató la entidad.
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¿Qué hacen las leyes 142 y 143?
Estas leyes fueron creadas -tras el apagón en Colombia- para permitir que se invierta en el sector eléctrico, pero desde la orilla de los privados y, también, para separar los roles que tenÃa el Estado y enfocarlos en:
- La definición de polÃticas sectoriales
- La supervisión y control
- La regulación
Luego de estas leyes, nace la Comisión de Regulación de EnergÃa y Gas (CREG) que comienza a estructurar todo el sistema eléctrico colombiano, con la que se hicieron muchos estudios, por ejemplo, el de una firma británica que recomendó la estructura de mercado que el paÃs y la industria manejan en la actualidad.
Además, de acuerdo con Castañeda, en medio de esa discusión se creó el Cargo por Capacidad, que fue la ‘primera versión’ del Cargo por Confiabilidad que funciona hoy en dÃa en Colombia.
En este video, Valora Analitik le cuenta más detalles sobre la historia del apagón en Colombia:
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