Gobierno insiste en reforma tributaria pese a estar virtualmente hundida; se viene debate clave

El ministro de Hacienda ha venido presentando ajustes a la propuesta que trabajó para reducir la meta de recaudo de la tributaria en $10 billones.

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Este lunes se reunieron por cuarta vez algunos de los congresistas ponentes y coordinadores de la reforma tributaria para terminar de construir la ponencia positiva que se votaría esta misma semana en el Congreso de la República, de acuerdo con el calendario definido.

El ministro de Hacienda, Germán Ávila, ha venido presentando ante el Legislativo ajustes a la propuesta que trabajó la cartera para reducir la meta de recaudo de la tributaria en $10 billones, dado que inicialmente el Gobierno le apuntaba a un ingreso de $26,3 billones que al final no fue necesario, pues el hueco faltante en el Presupuesto para 2026 es menor.

Sin embargo, a estas reuniones asisten cada vez menos congresistas, una posición que ha sido tildada como antidemocrática por los partidos de Gobierno que sí respaldan la propuesta. Otros senadores o representantes ponentes, que son minoría política, atienden las citaciones, pero ya manifestaron su intención de votar en contra del proyecto.

Por ahora se sabe que no se impondrán impuestos a los combustibles, lo que implica dejar de percibir más de $2,6 billones en ingresos, de acuerdo con la información compartida por el Ministerio de Hacienda.

Lo que sí se mantiene es el IVA a los juegos de azar tanto físicos como digitales (traga monedas, bingos, loterías, apuestas y casinos) y su estimación de que aumente el recaudo en $1,6 billones el otro año, así como el IVA del 19 % a la boletería de espectáculos culturales o deportivos que cueste más de $500.000.

También quedó en firme una tarifa de renta del 50 % para la industria financiera, que es 15 puntos más alta que en la actualidad y la sobretasa a las utilidades que dejan las actividades mineras y petroleras, la cual subirá en línea con los precios internacionales. Estos sectores fueron clasificados por el Gobierno como “de alta rentabilidad”.

A principio de este mes, el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, advirtió que por cuenta de estos tributos Colombia pasaría a ser una de las jurisdicciones con mayores cargas nominales corporativas a nivel global y dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La cartera de Hacienda fue enfática frente a los congresistas en que se priorizará gravar las actividades que afectan la salud pública y el medio ambiente.

Respecto a otras modificaciones, se redujo el impacto propuesto para los impuestos al tabaco y cerveza (pasó de una proyección de $7,8 billones a $3,1 billones) y la aspiración de recaudo por alivios fiscales (quedó en $3,7 billones después de haberse calculado en $6,3 billones).

Del mismo modo, se reafirmó la continuación de la progresividad en la renta con tarifas entre 19 % (para ingresos mensuales de $6,5 millones) y 41 % (ingresos superiores a $142,5 millones) que en casi todos los casos serían superiores a las que se cobran hoy en día.

Por otra parte, se ha discutido, pero no resuelto, en qué casos se aplicará el IVA del 19 % a los vehículos híbridos (que hoy es del 5 %). Finalmente, falta abordar temas polémicos, como el impuesto a la actividad comercial de las iglesias (venta de publicaciones, alquiler de salones, planes de turismo religioso, etc.).

La representante a la Cámara por Bogotá elegida por el partido Colombia Humana, María del Mar Pizarro, señaló que el Gobierno ha cedido en varios puntos importantes como la gasolina, la cerveza, los descuentos en renta por dependientes, las exenciones a algunos sectores económicos y otros.

Incluso defendió medidas como el IVA a las importaciones de productos que se fabrican en el exterior por considerarlo desigual con los tributos que se cobran a la industria nacional y el impuesto al patrimonio “con el fin de fiscalizar los capitales”.

Las sesiones de las comisiones económicas conjuntas de Senado y Cámara de Representantes se citaron martes y miércoles de esta semana para debatir y votar el proyecto de reforma tributaria. De cumplirse la agenda, el Congreso tendría cuatro semanas para definir si avala o no el cambio del estatuto tributario antes de que se suspendan las sesiones ordinarias de 2025.

Sin embargo, la primera ponencia que se discutirá en las comisiones terceras y cuartas de Cámara y Senado no sería la del Gobierno, sino la de la representante del partido Alianza Verde, Katherine Miranda, que quedó radicada el jueves de la semana pasada y propone el archivo total de la reforma tributaria.

A esta se suma la ponencia negativa de 10 senadores de la Comisión Tercera que, al estar firmada por la mayoría de sus miembros, hundiría la reforma tributaria definitivamente, pues le negaría el respaldo de una de las cuatro corporaciones que deban avalarla.