Con el inicio formal de las discusiones del salario mínimo en Colombia correspondiente al año entrante, las posturas de empresarios y trabajadores están sustancialmente distancias, como suele ocurrir, para definir el incremento.
Los empresarios, junto con el mismo Banco de la República, piden que el ajuste sea no sea mayor al 7 %, teniendo en cuenta que se podría perder el poder adquisitivo pues el aumento desproporcionado pasaría a impactar la inflación.

Mientras tanto, los trabajadores aseguran que el salario mínimo en Colombia debería ser lo suficientemente alto para generar una recuperación “real” del poder adquisitivo de los trabajadores y compensar las últimas décadas de ajustes más cercanos a la postura de los empresarios.
El presidente Petro, lo ha dado a conocer públicamente, está más del lado de la postura de los trabajadores que de los empresarios y ha dejado en claro que aprovechará su último año para apostar por un incremento importante.

Lo que sigue en la discusión del salario mínimo en Colombia
Dado este escenario, los gremios empresariales insisten en que la discusión en la mesa de concertación pareciera no tener mucho futuro y la decisión la terminará tomando el presidente Petro.
Antonio Sanguino, ministro de Trabajo, dice que el mandato constitucional obliga a que la mesa tripartita discuta, con todas las variables macroeconómicas necesarias, la mejor decisión para trabajadores, empresarios y la economía nacional.
Y, agregó en su momento, se van a tener en cuenta las posturas de los empresarios, aunque la idea va a ser la de apoyar un ajuste que compense a los trabajadores colombianos.

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En caso de que al 15 de diciembre no se llegue a una decisión consensuada del salario mínimo en Colombia, el presidente Petro tendrá hasta el 30 de diciembre para definir cuál sea el ajuste y lo dará a conocer mediante decreto, pendiente de lo que sea también el aumento en el pago del auxilio de transporte.




