Agencias calificadoras preocupadas por alto endeudamiento del Gobierno Petro

Colombia enfrenta actualmente altos costos de financiamiento internos y externos que reducen su flexibilidad fiscal.

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Esta semana, dos de las tres agencias calificadoras más importantes del mundo le rebajaron a Colombia su nota soberana por cuenta del desbalance en las cuentas del Gobierno y advirtieron particularmente el aumento en el costo de la deuda.

S&P Global fue enfática en que redujo la calificación de Colombia de BB+ a BB por cuenta de un deterioro constante de los resultados fiscales, un mayor nivel de deuda pública y una carga de intereses más alta.

Para Moody’s, la rebaja (de Baa2 a Baa3) refleja el deterioro proyectado de los indicadores de deuda del gobierno, que se espera persista en los próximos años debido a déficits fiscales elevados y superiores a los límites establecidos por la Regla Fiscal.

Calificación Colombia
Calificación Colombia según las agencias a junio de 2025.
Gráfico: Valora Analitik.

Las calificadoras se fijan básicamente en dos indicadores que han empeorado en los últimos años: la diferencia entre los ingresos y gastos del Gobierno, conocido como déficit fiscal, y el endeudamiento público como proporción del PIB que termina por reflejar si el tamaño de la economía puede soportar los compromisos o no.

Estos están implícitamente relacionados, pues históricamente cuando los ingresos no han sido suficientes, el Gobierno los ha compensado en gran parte con deuda. Sin embargo, a su vez, el exceso de endeudamiento deriva en que la carga de intereses aumente y se deban destinar aún más recursos a pagar estas obligaciones. «Esto se vuelve una bola de nieve», dijo el director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, Mauricio Salazar-Saenz.

Así se comportarán los principales indicadores

El Gobierno dejó ver en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) que proyecta que el déficit fiscal aumente al 7,1 % este año tras proyectar que sería del 5,1 %. Así mismo, el endeudamiento llegaría al 63 % del PIB, superior en 2,4 puntos porcentuales (pp) al 60,6 % consignado en el Plan Financiero.

Las agencias calificadoras tienen sus propias proyecciones al respecto. S&P prevé que los déficits promedien el 6,2 % del PIB durante el período 2026-2028, inferior al 6,7 % de 2024, y que la deuda neta del gobierno general aumente un 6,2 % del PIB en el mismo plazo de tiempo y promedie el 64 % del PIB, cuando en 2025 fue del 58 %. Moody’s anticipa que este año la deuda alcanzará el 59,5 % del PIB y llegará a su punto máximo (64 % del PIB) en 2027, por encima de la mediana prevista para la categoría ‘Baa’ (62 %).

El Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana advirtió que la deuda venía en una senda creciente desde 2018 y pandemia supuso subirla. En tres años aumentó 10 puntos (del 53 % al 63 %) y lo que se espera hacia adelante es una deuda más grande, por eso la necesidad de hacer el esfuerzo de bajarla a niveles del ancla (55 %).

Metas fiscales
Metas fiscales: proyección de deuda/PIB. Gráfico: Valora Analitik.

Intereses exacerban el tamaño de la deuda

Otro tema en el que coinciden las firmas es en que Colombia enfrenta actualmente altos costos de financiamiento internos y externos que reducen su flexibilidad fiscal.

S&P estima que el pago de intereses del Gobierno se estabilice por encima del 15 % de los ingresos y que podrían alcanzar un máximo de casi el 5 % del PIB para 2026, en comparación con el promedio del 3 % entre 2017 y 2019. Para Moody’s, el pago de intereses en Colombia en relación a los ingresos (16 %) supera la mediana de países con calificación ‘Baa’ del (9 %); además, se espera que llegue al 17 % en 2025.

“La diferencia entre el déficit fiscal y el primario se explica, de hecho, en el pago de los intereses”, dijo Mauricio Salazar-Saenz, lo que complica el panorama fiscal.

S&P advirtió que Colombia tiene el riesgo de una nueva rebaja en su calificación en los próximos 18 meses si no se toman medidas oportunas y efectivas para estabilizar las cuentas fiscales y los niveles de deuda.

Moody’s, por su parte, anotó que, si el gobierno no logra restablecer el historial de consolidación fiscal, esto ejercería presiones negativas sobre la calificación por cuenta de “un debilitamiento más permanente de la efectividad de la política fiscal”.