Al cierre de un año clave para su consolidación, Alma Air avanza con paso firme hacia el inicio de operaciones en Colombia a comienzos de 2026, con una apuesta que promete marcar un hito en la aviación nacional: el regreso de los hidroaviones, un modelo de transporte aéreo que no opera en el país desde hace más de 70 años.
Durante 2025, la compañía sentó las bases de un proyecto que combina tradición aeronáutica, innovación operativa y desarrollo turístico, con el objetivo de conectar regiones costeras, insulares y ribereñas mediante un modelo aéreo flexible y de alto valor para las economías locales. El año fue determinante para fortalecer su proyección internacional y ajustar su modelo operativo de cara al ingreso al mercado colombiano.
Alma Air tuvo presencia en escenarios estratégicos del sector turístico y aeronáutico, como FITUR en Madrid, el evento turístico más importante de Europa; el congreso de aviones anfibios más relevante del mundo en Miami; y encuentros especializados en Alaska, considerada la cuna global de las operaciones con hidroaviones. Estos espacios permitieron a la aerolínea afinar su propuesta, validar su modelo de negocio y consolidar alianzas clave para su despliegue regional.
Rutas, certificación y bases operativas para el inicio de operaciones
En el ámbito nacional, la aerolínea avanzó en la identificación de destinos estratégicos para sus futuras rutas. Durante el año, equipos de Alma Air recorrieron territorios como Cartagena, Santa Marta, Isla Múcura, Ayapel y Guatapé, zonas donde visualizan el potencial de sus servicios aéreos tanto para el turismo como para la conectividad regional.
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“Estas visitas hicieron parte del proceso de análisis técnico y turístico para diseñar rutas que conecten regiones y potencien las economías locales”, señaló Rupert Stebbings, CEO de Alma Air, quien destacó que el proyecto busca integrarse a los territorios y no operar únicamente como una oferta de transporte.
Como parte de su preparación para el inicio de operaciones, la compañía también anunció el nombramiento de Rob Ceravolo como nuevo miembro de su consejo asesor. Ceravolo, graduado del programa TOPGUN y fundador de Tropic Ocean Airways en Florida, aporta una trayectoria de más de 200.000 vuelos en hidroavión desde 2009, con experiencia en turismo, ambulancia aérea y carga, un conocimiento que será clave para la operación en Colombia.
Otro de los pilares del avance alcanzado en 2025 ha sido el proceso de certificación ante la Aeronáutica Civil y otras autoridades competentes, un trabajo que la aerolínea califica como riguroso y continuo. “Este proceso es fundamental para garantizar operaciones seguras, sostenibles y alineadas con los más altos estándares internacionales de la aviación”, afirmó Stebbings.
De manera paralela, Alma Air avanza en la búsqueda de oficinas e instalaciones aeroportuarias en los aeropuertos Olaya Herrera de Medellín y Rafael Núñez de Cartagena, que serán las dos primeras bases de operación de sus hidroaviones una vez obtenga las autorizaciones finales.
Con este panorama, la aerolínea cierra 2025 enfocada en ultimar los detalles de su entrada en operación y mirando al horizonte de 2026 como un año decisivo. El regreso de los hidroaviones no solo representa un hecho histórico para la aviación colombiana, sino también una nueva alternativa de conectividad que podría transformar la forma de viajar y de integrar regiones en el país.




