El gobierno de Chile expulsó a cerca de un centenar de migrantes, entre venezolanos y colombovenezolanos, quienes se encontraban en la zona fronteriza entre Bolivia y Chile, uno de los puntos de tránsito para quienes intentan llegar a ese país.
La administración de Sebastián Piñera tiene la mirada puesta sobre la región de Tarapacá, donde en los últimos días han desplegado operativos entre el Ejército y la Policía para reforzar el control de la frontera.
Estos, sumados a la vigilancia tecnológica de la zona, buscan restringir el ingreso de personas de manera irregular por ese paso, donde se concentran migrantes venezolanos, en su mayoría caminantes que han atravesado el continente.
Rodrigo Delgado Mocarquer, ministro del Interior y Seguridad Pública, estuvo este miércoles en el lugar y pidió que “las personas que quieran ingresar a Chile lo hagan por la vía regular, por los visados correspondientes de nuestra norma”.
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Según Delgado, esta población está arribando al país con “expectativas que muchas veces les venden y que no son con las que se encuentran”. Esta semana las autoridades expulsaron a un centenar de personas vía aérea en medio de una cruzada contra la migración irregular.
La petición del Ministerio del Interior y Seguridad es que esta población entre a Chile solo de manera regular y mediante nuevos protocolos que serán establecidos por la una ley de migraciones que entrará en vigencia en marzo.
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De los 5,4 millones de ciudadanos venezolanos que han dejado su país, alrededor de 472 mil están en Chile, de acuerdo con la Plataforma R4V que monitorea el fenómeno de movilidad humana en toda la región.
Chile, junto a Ecuador y Perú, han impuesto requerimientos para la llegada de esta población como la exigencia de visados y documentación apostillada por el gobierno de Venezuela.
