¿Cómo pueden las compañías colombianas atraer inversión en tiempos de incertidumbre?

Un informe de Russell Bedford advierte que las empresas deben mostrarse atractivas porque la inversión cambió de rumbo en medio de la incertidumbre fiscal.

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El cuestionable manejo que el Gobierno le ha dado a las cuentas fiscales podría limitar el flujo de inversiones que reciben las empresas, lo que obliga a los negocios a venderse de forma atractiva, según un análisis económico y financiero de la firma Russell Bedford.

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Lo anterior es producto de la estrategia de endeudamiento de la Nación, en la cual se proyecta conseguir $ 58 billones en el mercado local y hasta US$6.000 millones a nivel internacional para financiar el déficit fiscal y liberar la presión sobre las finanzas públicas. Esto ha complicado el acceso a capital y ha encarecido el crédito, tanto para el Estado como para las empresas.

“La inversión no desapareció, pero sí cambió de rumbo. Hoy se dirige hacia compañías con visión clara, buena gestión y capacidad de adaptación”, destacó la compañía internacional de negocios.

Según Didier Sánchez Reinoso, CEO de Russell Bedford y autor del informe, en tiempos de incertidumbre fiscal ya no basta con tener un negocio rentable. «Lo que marca la diferencia es la capacidad de generar confianza, adaptarse rápido y ser transparente», dijo.

Para el vocero hay cinco factores clave que están siendo decisivos para atraer capital, especialmente hacia las pequeñas y medianas empresas colombianas, que representan más del 90 % del tejido empresarial.

En primer lugar, es clave que los negocios tengan sus cuentas en orden, lo que se traduce en un flujo de caja controlado, reportes claros y buena gestión del gasto. Esto se complementa con una gobernanza sólida, entendida como procesos bien definidos, equipos responsables y liderazgo que toma decisiones con criterio.

También es valorado que las firmas se digitalicen con adopción de tecnología útil que les ayude a ahorrar, controlar y decidir mejor. Y siempre contribuye la diversificación en las fuentes de ingreso, pues las empresas que dependen de un solo cliente o canal están más expuestas.

Finalmente, los inversionistas se fijan en que exista un compromiso social y ambiental real. “Más allá de los discursos y la filantropía, hoy se buscan acciones concretas y medibles. ESG ya no es un ‘plus’, es parte de la evaluación de riesgo”, señaló Sánchez.

Hasta ahora, según el informe, el acceso al crédito bancario tradicional se ha vuelto más difícil y costoso. Esto ha impulsado el interés por vehículos financieros alternativos como bonos verdes, leasing operativo, créditos multilaterales y plataformas digitales de inversión.

El CEO de Russell Bedford advirtió que la segunda mitad del año traerá más presión (crédito escaso, tasas altas y mayor competencia por los recursos disponibles), por lo que las empresas que no se preparen pueden perder oportunidades valiosas, retrasar su crecimiento e incluso quedar fuera del radar de los inversionistas.

“Las compañías no pueden controlar la política fiscal, pero sí cómo responden a ella. Las que se preparen mejor, atraerán inversión y saldrán fortalecidas”, concluyó Sánchez.

Los cinco consejos de Russell Bedford para marcar la diferencia:

1. Ordene la casa. Empiece por lo básico: estados financieros claros, control sobre el flujo de caja, reportes oportunos. El desorden contable aleja inversionistas, incluso si el negocio es bueno.

2. Busque nuevas formas de financiarse. No dependa solo del banco. Hoy hay alternativas viables como bonos corporativos, fondos de deuda privada, crowdfunding y créditos con multilaterales. Muchas Pymes ya están accediendo a estos canales con tasas competitivas.

3. Apueste por la eficiencia. Digitalice tareas clave, elimine procesos innecesarios y use herramientas que le den control y velocidad. La eficiencia no es un lujo, es una necesidad.

4. Invierta con propósito. Priorice proyectos que realmente generen valor. Inyecte capital donde haya retorno claro: nuevos productos, expansión a regiones estables, mejoras operativas. Lo demás, puede esperar.

5. Cuente bien su historia. Explique qué hace su empresa, por qué es valiosa, qué está haciendo para mejorar y hacia dónde va. Un inversionista que entiende su visión es más probable que confíe.