Los analistas empezaron a ajustar al alza sus proyecciones de déficit fiscal para este año tras ver que los ingresos tributarios no crecen al ritmo que espera el Gobierno y aún así el nivel de gastos se mantiene al alza.
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La estimación más alta corresponde al Banco de Bogotá que le apunta a que el déficit fiscal a de $138,8 billones, lo que equivale al 7,8 % del Producto Interno Bruto (PIB), una cifra solo vista en la historia del país durante la pandemia por el Covid-19.
Lo anterior sería producto de un gasto superior en $21 billones respecto a la estimación del Gobierno e ingresos $27 billones por debajo de lo esperado.
“De darse este déficit, la deuda neta del Gobierno Nacional Central sobrepasaría el 63 % del PIB, un máximo histórico, dando el empujón final a las calificadoras de riesgo para bajar la nota del país”, advierte en su informe.
La Dirección de Investigaciones Económicas de la entidad habla de que es necesario un recorte de $21 billones para balancear las cuentas públicas y evitar que la sostenibilidad de las finanzas públicas quede comprometida, “algo que seguramente alertará a las calificadoras de riesgo”.
Por su parte, el centro de investigación económica ANIF le apunta a una diferencia entre los ingresos y los gastos equivalente al 7,1 % del PIB. De hecho, calculan que podría haber un faltante de más de $30 billones en ingresos frente a los cálculos del Plan Financiero.
El presidente de ANIF, José Ignacio López, explicó que hay dos problemas: las metas de recaudo siguen siendo optimistas y el año pasado hubo un rezago presupuestal muy alto ($52 billones) que se debe pagar este año. “Se necesita un recorte de gasto sí o sí, sincerar las cuentas y revisar muchos programas que no se están ejecutando y no se van a ejecutar”, dijo.
Una proyección menos alta la presentó el ex viceministro de Hacienda, Andrés Pardo, quien lidera la estrategia macro en la firma XP Investments. Su estimación es que el déficit fiscal se acerque o incluso supere el nivel de 2024 (6,8 % del PIB), muy por encima del 5,1 % previsto en febrero por el Ministerio de Hacienda.
“Si esto ocurre, cumplir con la meta de la regla fiscal (un balance primario estructural del 0,5 % del PIB) será inalcanzable. Ni las transacciones extraordinarias (TUV), ni un ciclo adverso de precios de materias primas o económico podrían cerrar esa brecha. Ni remotamente”, indicó.
Al economista le preocupa que el Gobierno muestra muy poco interés en realizar recortes al gasto público en 2025, aun así, espera que la previsión de ingresos para 2025 sea revisada a la baja en alrededor del 1 % del PIB (entre $17 billones y $19 billones) en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), que se presentará el viernes 13 de junio.
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