El mundo vuelve a ver un dólar estadounidense fortalecido. Al arranque de la última semana de septiembre, la moneda de las potencias norteamericana repunta, de nuevo, a paso firme.
De momento vuelven a darse hitos históricos. De un lado, el euro retorna a sus valores más bajos desde hace 20 años. A cuenta esto último de varios escenarios, pero dos en especial marcan la hoja de ruta para el continente: alza de tasas de interés y vientos fuertes de recesión.
Para el primer caso, el Banco Central Europeo, siguiendo la misma política monetaria de la Reserva Federal, sostiene el endurecimiento de las tasas de interés como la medida más importante para contener una inflación que se mantienen en máximos.
Esto último mientras siguen sin verse normalizaciones de precios del lado de los alimentos y se buscan nuevas alternativas para sacarle el cuerpo a los fuertes precios de los energéticos. Con esto, economías como Reino Unido confirman que van congerlar tarifas energéticas.
Del lado de la recesión, a la postura de varias agencias calificadoras, se suma la visión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre una recesión inevitable para el caso de Alemania.
Coletazo en Colombia
Todo este contexto sigue afectando a las economías en vías de desarrollo. Para el caso de Colombia, el dólar sigue su escalada y ahora llega a los $4.470 a la espera de que, con una nueva alza en las tasas de interés a manos del Banco de la República, la tasa de cambio pueda incluso regresar a los $4.500.
Desde el Grupo de Investigaciones Económicas del Banco Agrario de Colombia explica que las monedas de mercados emergentes se siguen depreciando frente al dólar, aunque a menor ritmo que en Europa y Asia, debido a los significativos incrementos en las tasas de interés de política monetaria en la región.
Eso sí aclarando que “los términos de intercambio en Colombia permanecen en niveles históricamente elevados, gracias a unos altos precios internacionales del petróleo. El déficit comercial del país ha comenzado a corregirse gracias a lo anterior y el egreso neto corriente de dólares, derivado del exceso de gasto de la economía, se sigue financiado en su amplia mayoría con flujos privados de capitales extranjeros”.
El punto llamativo es que el dólar en el mercado local ha aumentado en septiembre hasta niveles promedio de $4.420, esto incluso cuando Colombia da cuenta de un buen crecimiento de la economía.
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Los analistas del mercado consultados por el Banco de la República ya sopesan este fenómeno y ahora ven que un dólar en Colombia terminando año por los $4.291, pero a cierre de septiembre la tasa de cambio podría estar muy cerca de los $4.380, con una perspectiva máxima del orden de los $4.600.
Desde el Banco Agrario explican que se revisó la proyección de cierre para 2022 hasta $4.650. “No descartamos que niveles de $4.700 puedan alcanzarse nuevamente antes de finalizar el año. Para 2023 también elevamos nuestro pronóstico del promedio-año hasta $4.500”.
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