En abril de este año, el gasto real de los hogares en Colombia creció el 3,25 % frente al mismo mes en 2024, con lo que completa siete meses replicando esta tendencia, según el más reciente informe de Raddar.
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El mes pasado, los colombianos destinaron más de $88,8 billones a sus gastos, lo que significa que creció el 8,6 % en términos corrientes, por encima del promedio de los últimos años, pues un año atrás había sido de $81,8 billones.
Además, cuando se compara el dato con el de 2019, periodo previo a la pandemia, se observa un crecimiento real del 8 %, lo que confirma una reactivación positiva de la demanda interna.
“Estábamos en un ajuste de gasto y después de un freno de 23 meses, es normal que crezca”, indicó la firma en el análisis, al tiempo que destacó que el ritmo de expansión evidencia una economía que sigue avanzando a pesar de ciertos desafíos.
Sin embargo, Raddar reveló que en abril se observó una leve desaceleración frente al crecimiento registrado en marzo, lo que podría deberse a la resistencia de la inflación a ceder.
No obstante, factores como el mayor dinamismo en el uso del crédito, la continua llegada de remesas y la generación de empleo han sido clave para sostener la capacidad de gasto de los hogares, según el informe. “Estos elementos compensan en parte las presiones inflacionarias, permitiendo que el gasto conserve una trayectoria positiva en el arranque del segundo trimestre del año”, dice el análisis.
La firma también anotó en su informe que la reducción de las tasas de interés de consumo hicieron que la gente pudiera y quisiera comprar más.
Sin embargo, concluyó que el panorama es más matizado en el gasto per cápita, que creció solo 0,2 %, “lo que sugiere que, aunque la ‘torta’ del gasto total se ha ampliado, la ‘tajada’ que le corresponde a cada persona es prácticamente la misma, o incluso más pequeña si se consideran otros factores como desigualdad o concentración del ingreso”.
Y recordó que meses atrás han visto una desviación significativa entre sus proyecciones pasadas y los datos observados en los últimos dos meses. “Nuestra postura inicial, más conservadora y neutral, no anticipó completamente el repunte que comenzó a consolidarse en marzo y abril, cuando el gasto de los hogares mostró un crecimiento superior al esperado”, explica el informe.
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