Después de que la agencia Fitch Ratings anunciara su decisión de degradar la calificación crediticia soberana de Colombia de BB+ a BB, Goldman Sachs señaló es más probable que la próxima decisión sea otra rebaja y no una mejora, lo que alejaría aún más al país del estatus de grado de inversión.
Fitch Ratings cambió la nota soberana de Colombia dos escalones por debajo del grado de inversión, argumentando una preocupación por los altos déficits fiscales persistentes que haría que la deuda del gobierno continúe en aumento, divergiendo de la mediana de sus pares.
Goldman Sachs aseguró que esta acción ya estaba anticipada, pues su escenario base era que Fitch siguiera a las otras dos agencias principales que rebajaron la calificación en junio (S&P y Moody’s).
El riesgo de un desequilibrio fiscal mayor
Goldman Sachs aseguró que mantiene una perspectiva general cautelosa sobre la situación fiscal en Colombia.
De hecho, aunque Fitch asignó una perspectiva «estable» a la calificación de Colombia, el banco de inversión cree que la barrera para que la perspectiva regrese a «negativa» es baja.
Esto debido a que observa un alcance limitado para una mejora fiscal significativa antes de 2027, con un plan de consolidación del Gobierno que está «retrasado», la reticencia del Ejecutivo a frenar el gasto y el control gubernamental sobre los presupuestos de los próximos dos años.
Goldman Sachs también reveló sus propias proyecciones de déficit fiscal, que superan las expectativas de consolidación. El banco proyecta un desbalance general equivalente al 6,2 % del PIB en 2025 y al 6,9 % en 2026.
En cuanto al déficit primario (sin pago intereses), espera que este se ubique en el 3,1 % del PIB para 2025, con una consolidación modesta al 2,6 % del PIB en 2026. También advierte que los riesgos se inclinan hacia un desequilibrio fiscal más alto.
Vale la pena recordar que Fitch proyectó un déficit fiscal del gobierno central del 6,5 % del PIB en 2025 y anticipó que la rigidez presupuestaria y las presiones de gasto dificultarán la consolidación fiscal en 2026 y más allá, incluso después de las elecciones presidenciales.
Finalmente, Goldman Sachs comentó que no cree que la decisión de Fitch tenga implicaciones en la calibración de la política monetaria, pues este viernes se reúne la Junta directiva del Banco de la República a decidir sobre las tasas de interés.
Según el banco de inversión, la rebaja probablemente ya era esperada por el mercado y la calificación soberana del país ya se encontraba por debajo del grado de inversión.
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