Atención | Moody´s cree que reducción del déficit fiscal en 2020-21 no será tan significativa

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La agencia calificadora de riesgo Moody´s publicó hoy su primer informe luego de que el Gobierno de Colombia decidiera cambiar sus metas fiscales para los próximos años.
El reporte de la agencia, conocido por Valora Analitik, detalla que el 29 de marzo, el gobierno de Colombia (Baa2 negativo) anunció que el comité consultivo de la regla fiscal (FRCC, por su sigla en inglés) había revisado los objetivos de déficit fiscal para 2019 y 2020 en relación con los establecidos en el marco fiscal de mediano plazo del año pasado.
Simultáneamente, que la convergencia hacia el objetivo de déficit estructural del 1% del PIB se aceleró y se trasladó a 2024 desde 2027.
Al respecto la firma advirtió que [content_control] la revisión permitirá al gobierno cumplir con el objetivo de déficit fiscal de este año, “pero alcanzar los objetivos en los próximos años será un desafío ya que la reducción de las tasas de impuestos corporativos afectará negativamente los ingresos del gobierno”.
Además, dijo que otra ronda de cambios en los objetivos de déficit puede socavar la credibilidad de las políticas.
“Los cambios frecuentes en las metas de déficit fiscal disminuyen la previsibilidad de la política fiscal -la regla fiscal de Colombia-, que se implementó en 2012”, criticó la firma en su reporte.
Recordó que la regla incorpora un camino a largo plazo para el déficit estructural que se proyectó para que alcance el 1.0% del PIB en 2022.
Anualmente, el FRCC establece objetivos anuales para el déficit fiscal que cumplen con la trayectoria del déficit estructural.

Declaró que los ajustes a estos objetivos son típicamente desencadenados por cambios en el componente cíclico del balance fiscal, es decir, brecha de producción y precios del petróleo.
Durante los últimos cuatro años, los objetivos de déficit anual se han ajustado al alza para reflejar, según el FRCC, un empeoramiento de los componentes cíclicos.
Cada vez que se han revisado los objetivos, dijo Moody´s, el gobierno ha hecho un uso completo del espacio proporcionado por estas revisiones, es decir, los déficits reales han estado en línea con el objetivo revisado (más alto): el gobierno ha confiado en una sola vez para cumplir el objetivo en ciertas ocasiones.
Los analistas de la agencia dijeron que “si bien los ajustes a los objetivos de déficit han estado en línea con las pautas de la regla fiscal, las revisiones frecuentes pueden socavar la credibilidad de la política fiscal”.
La decisión de este año de incorporar los costos fiscales de la migración venezolana ha conducido una vez más a la revisión de los objetivos de déficit, dijo la firma, al tiempo que recalcó en que los objetivos revisados ​​incorporan precios más altos del petróleo y costos de la migración venezolana
Los objetivos de déficit fiscal, establecidos en relación con la trayectoria del déficit estructural, son una función de la tasa de crecimiento potencial de la economía, es decir, la brecha de producción, y las perspectivas a medio plazo para los precios internacionales del petróleo.
Este año, la revisión al alza de las estimaciones de crecimiento del PIB y las proyecciones a mediano plazo del precio del petróleo llevaron a las FRCC a ajustar los objetivos de déficit fiscal, que inicialmente se redujeron.
Sin embargo, para Moody´s es claro que los ajustes realizados a los objetivos anuales fueron más allá de atribuible a componentes cíclicos.
El gobierno solicitó a la FRCC que también considere los costos fiscales derivados de los venezolanos. La migración se estima en alrededor del 0,5% del PIB por año, equivalente a $5 billones.
En consecuencia, dijo la calificadora, los objetivos de déficit para 2019 y 2020 se ajustaron al alza en relación con el Marco Fiscal de Mediano Plazo del año pasado. En los años siguientes, los ajustes disminuirán gradualmente, liderando la del déficit del gobierno que alcanzará el objetivo a largo plazo del 1% del PIB en 2024, en lugar de 2027, tal como se estableció en el Marco Fiscal del año pasado.
El objetivo para 2019 es alcanzable, pero los años siguientes presentan desafíos, reiteró.
“Anteriormente habíamos dicho que, como resultado de la reforma fiscal diluida aprobada en diciembre del año pasado, el gobierno tiene dificultades para cumplir con el objetivo de 2019 en ausencia de fuentes de ingresos alternativas (por ejemplo, ventas de activos) o recortes de gastos adicionales”, cita el documento.
Y agregó que la reciente decisión de revisar el objetivo de déficit de 2019 al 2,7% del PIB proporcionó a las autoridades un nuevo espacio fiscal. Un objetivo de mayor déficit, junto con los esfuerzos del gobierno que han sido efectivos para contener los gastos con una congelación de $10 billones (casi el 1% del PIB), lo que permitirá a las autoridades alcanzar objetivo de déficit de este año.
Mirando más allá de 2019, no anticipamos que los ingresos del gobierno aumenten tanto como lo están pronosticando las autoridades porque: 1) las proyecciones de Moody´s de crecimiento son “más bajas que las del gobierno”, y; 2) la pérdida de ingresos derivada de la disminución de las tasas de impuestos corporativos incorporados a la reforma tributaria del año pasado, las autoridades han indicado que no considerarán otra reforma tributaria a corto plazo.
Moody´s declaró que los ingresos menores a los esperados, junto con los costos fiscales de la migración venezolana dificultarán el cumplimiento del gobierno objetivos de déficit en 2020-21.
Además, dijo, la rigidez del gasto gubernamental limitará el alcance de recortes significativos, ya que el 85% del gasto es obligatorio.
En general, como resultado de estas consideraciones y de sus previsiones de crecimiento económico menos optimistas, anticipa que la reducción del déficit fiscal en 2020-21 no será tan significativa como se estimó en la reciente actualización del Comité de Regla Fiscal.
“Nuestra opinión es que la deuda del gobierno central se estabilizará en torno al 48,5% del PIB en 2019-20 después de alcanzar un máximo en 2018: el Marco Fiscal de 2018 tuvo un pico de deuda a PIB en 2017”, citó en el informe.
Concluye que su estimación incorpora un crecimiento del PIB del 3,3%, un modesto superávit primario y una leve apreciación del peso para el año en curso.
“Mantener una relación de deuda estable en los próximos años requeriría una disminución de los déficits fiscales, un crecimiento económico en torno al potencial (3,5%) y ninguna depreciación brusca de la moneda”, terminó.[/content_control][login_widget]

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