Tras publicar sus resultados financieros correspondientes al primer trimestre de 2020, Cementos Argos analizó su balance y actualizó varias de sus proyecciones de cara a lo que queda del año, ante el especial impacto del Covid-19 para la industria cementera en general.
La compañía valoró que, en general, los resultados del trimestre se vieron impactados, principalmente, por las medidas de cese de operaciones en Colombia y algunos países de Caribe y Centroamérica y, en menor medida, por las condiciones climáticas experimentadas en algunas zonas de Estados Unidos.
En medio de las desafiantes condiciones de mercado, la regional Colombia reportó un aumento de 15% en el Ebitda. Los ingresos alcanzaron $523.000 millones, lo que representó una disminución del 6,1% en comparación con el mismo periodo de 2019.
En la regional Estados Unidos, Argos obtuvo ingresos por US$350 millones, con una disminución de 6,1% comparado con el mismo periodo de 2019. Asimismo, el Ebitda* cerró en US$38 millones, experimentando una disminución del 6,1%, debido principalmente a mayores costos de mantenimiento en las plantas de Martinsburg y Newberry.
Por su parte, en la regional Caribe y Centroamérica, los resultados generales se vieron igualmente impactados, en buena medida, por la desaceleración de los mercados por el Covid-19 y por la menor tracción de precios en Honduras y Panamá.
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En cuanto a las perspectivas para el resto del año, Cementos Argos se enfocará en la gestión de liquidez con iniciativas de ahorro entre US$75 y US$90 millones en 2020. Así mismo, ha desembolsado créditos por US$160 millones para asegurar mayor liquidez.
Esto tras lanzar su plan de acción integral Reset que abarcará las áreas humana, operacional, financiera, social y regulatoria con el fin de reactivar plenamente y de manera segura sus operaciones en todos los países donde opera.
En cuanto al Capex o inversiones destinadas para este año, revisó su guía anterior y la estableció entre US$80 y US$100 millones, incluyendo mantenimiento. Por tanto, reduce este rubro en US$40 millones en cuanto al pronóstico anunciado a inicios de año.
Por su parte, en desinversiones indicó que estas se posponen debido a las condiciones actuales del mercado, las cuales contemplan un total de US$400 millones.
Respecto a las perspectivas por mercados, se refirió inicialmente a EE. UU. donde ve un impacto a corto plazo debido al deterioro generalizado de la economía y una recuperación esperada en el mediano plazo, basada en el estímulo del Gobierno y la importancia del sector de infraestructura para la economía de ese país.
En Colombia, de su lado, ve recuperación gradual desde la mitad de abril y un incremento en precios de paridad de importación, debido a la devaluación del peso colombiano lo que añade espacio para continuar la estrategia de recuperación de valor en el país ante el Covid-19.
En tanto, en el Caribe y Centroamérica, son cautelosamente optimistas sobre la segunda mitad del año, dada la acción temprana de los países y las condiciones positivas del mercado durante los primeros meses del año, donde resaltaron antes de la crisis mercados como Honduras y República Dominicana por su buena dinámica, Haití se comportó más estable, mientras que Panamá enfrentó condiciones difíciles, agravadas por el Covid-19.
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