Salario mínimo definirá el rumbo de las tasas en Colombia en 2026 y la deuda pública

Un factor crucial que podría alterar significativamente las proyecciones de tasas de interés es el aumento del salario mínimo, según BNP Paribas.

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Las perspectivas macroeconómicas y de política monetaria para Colombia en los próximos años estarán intrínsecamente ligadas a la decisión sobre el aumento del salario mínimo y la gestión del elevado déficit fiscal, según proyecciones de BNP Paribas.

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Expertos del banco francés señalan que, si bien se espera una desaceleración económica, la demanda interna sigue impulsando un crecimiento liderado por el consumo, forzando una política monetaria más restrictiva.

El inicio del ciclo de alzas en las tasas de interés será un factor clave. Felipe Klein, economista de BNP Paribas para Argentina, Chile y Colombia, proyecta que las tasas comenzarán a subir en enero con un ajuste de 25 puntos básicos, alcanzando el 10,5 % en abril de 2026. Esta expectativa surge de la opinión de que la política monetaria actual no es lo suficientemente restrictiva.

Un factor crucial que podría alterar significativamente estas proyecciones es el incremento del salario mínimo. Mario Castro, estratega de divisas y mercado financiero para Latinoamérica de BNP Paribas, indicó que actualmente el mercado está descontando alzas de alrededor de 130 a 140 puntos básicos en la tasa de referencia por cuenta de esta decisión.

«Creo que el mercado está esperando un aumento del salario mínimo entre el 10 % y el 12 %», afirmó Castro. Si el anuncio se mantiene dentro de esa magnitud, «probablemente la proyección en términos de alzas no va a variar significativamente».

Sin embargo, el escenario cambia si el incremento supera ese rango: «Si por cualquier razón el aumento del salario mínimo es más del 12 %, probablemente el mercado va a reaccionar y le va a poner al menos otros 50 puntos básicos al ciclo», advirtió Castro. Si esto ocurre, el mercado adoptaría posteriormente un «sesgo alcista» o una «asimetría al alza,» reaccionando a cualquier sorpresa inflacionaria positiva pero no a las sorpresas a la baja.

Además, BNP Paribas asume en sus proyecciones una inflación del 4,6 % para 2026.

Recalentamiento económico impulsado por el consumo

Las proyecciones de BNP Paribas se basan en una lectura de «recalentamiento» de la economía, un punto en el que la entidad discrepa con la estimación de brecha del producto negativa del equipo técnico del Banco de la República.

Klein señaló que la demanda doméstica crece al 5 %, muy por encima del producto potencial de la economía, que ronda el 2,5 %. Además, el nivel actual del PIB se encuentra un 4 % por encima de lo que sería la tendencia prepandemia.

Este exceso de demanda está liderando el crecimiento proyectado. Klein reveló que la entidad espera que la economía crezca entre 2,6 % y 2,8 % en 2025, con el consumo subiendo un 4 %. Para 2026, se espera una desaceleración económica, con una variación del 2 % y el consumo manteniéndose como el principal motor de crecimiento (2,5 %), en medio de una inversión moderada (cerca del 1,5 %).

La contrapartida de este crecimiento es una subida en las importaciones, lo que dejaría las exportaciones netas en terreno negativo tanto este año como el siguiente. La desaceleración proyectada para 2026 es consistente con la expectativa de una política monetaria más restrictiva y la volatilidad financiera asociada al periodo electoral, según el vocero.

Déficit fiscal y el movimiento de los títulos de deuda pública

El panorama fiscal sigue siendo un desafío, lo que obliga al gobierno a mantener altos niveles de emisión de deuda.

Felipe Klein reveló que el banco proyecta que el déficit primario (excluyendo intereses) será del 3,5 % del PIB en 2025 y del 3 % en 2026. En términos de déficit total, el banco estima que este año probablemente cerrará cerca del 6,5 %, por debajo de la estimación oficial del 7,1 %, debido a una menor carga de intereses proyectada. Sin embargo, para 2026, el déficit total se acercará nuevamente al 7 %.

Dado que el déficit fiscal se mantendrá «bastante elevado el próximo año,» el Gobierno «no va a tener más remedio que emitir porque tiene que financiarse,» explicó Mario Castro. En su análisis, la cantidad de emisión no debería ser muy diferente a la vista este año.

También advirtió que el desenlace de la operación de manejo de deuda ha generado una gran incertidumbre para el mercado TES. El estratega señaló que, si el gobierno lograra recomprar todo el colateral, como ha sugerido el director de Crédito Público, Javier Cuellar, «no habría un impacto de mercado negativo porque el colateral no regresaría al mercado».

No obstante, la duda persiste sobre si será posible comprar la totalidad del colateral o solo una parte. El resultado de esta operación afectará la oferta en la parte larga de la curva de los TES, según el experto.

A pesar de las incertidumbres internas, Castro aclaró que las recientes alzas en las tasas de los TES se han debido principalmente al inicio del ciclo de alzas del Banco de la República y al movimiento a la baja de las tasas de referencia americanas, y no a la estrategia de endeudamiento del gobierno.

El desafío para el Ministerio de Hacienda, según el vocero, será decidir hasta qué punto podrá concentrar la emisión en la parte media de la curva, ya que eventualmente deberá volver a emitir en la parte larga debido a las grandes necesidades de financiación.