En un contexto de alta incertidumbre frente al rumbo de la economía global, mayor volatilidad en los mercados financieros por cuenta de la política arancelaria restrictiva y altos riesgos fiscales internos, el sistema financiero colombiano exhibió una alta resiliencia.
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Así lo deja ver el más reciente Reporte de Estabilidad Financiera, correspondiente al periodo que va de septiembre de 2024 a marzo de 2025, que destaca niveles adecuados de solvencia y liquidez en los establecimientos de crédito.
Específicamente, los establecimientos de crédito mantuvieron altos niveles de capital (18 % cuando el mínimo regulatorio es 9 %), medidos a través de la relación a la solvencia, “reflejando su solidez y capacidad para absorber pérdidas ante la materialización de diferentes riesgos”, según Carlos Quicazán, director del departamento de Estabilidad financiera del Banco de la República.
Los indicadores de liquidez también se ubicaron por encima del mínimo regulatorio (188,4 % en el caso del IRL y 114,4 % el CFEN), mostrando una posición robusta y adecuada en medio de un entorno desafiante.
De hecho, la rentabilidad de los establecimientos de crédito (ROA) continuó con una tendencia a la recuperación y aumentó 10 pb hasta un 0,9 %, por cuenta de un menor gasto en provisiones y el menor deterioro de la cartera. Sin embargo, la cifra aún es inferior al promedio de los últimos cinco años.
El emisor espera que la dinámica positiva continúe en el corto y mediano plazo, aunque podría verse interrumpida si se materializan riesgos de mercado que impacten los portafolios de las entidades.
El gerente del BanRep, Leonardo Villar, señaló que seguirán monitoreando vulnerabilidades, como la mayor exposición del sistema a las fluctuaciones de los títulos de deuda pública (TES), una elevada materialización del riesgo crediticio y una baja rentabilidad de los establecimientos de crédito, lo que puede limitar la capacidad de respuesta de las entidades ante la materialización de un choque.
Cartera de crédito volverá a tasas positivas este año
El director del departamento de Estabilidad financiera del Banco de la República destacó que el activo de los establecimientos de crédito volvió a presentar tasas de crecimiento positivas (2,3 %), por primera vez después de casi dos años.
Durante la presentación Reporte de Estabilidad Financiera, el vocero explicó que el resultado se vio impulsado por un mayor incremento de las inversiones, en particular, en TES y debido a un mejor comportamiento en la colocación de cartera, aunque esta última aún muestra contracciones.
La cartera, por su parte, varió un -0,1 %. Por modalidad de crédito, aunque vivienda y microcrédito lideran los crecimientos es comercial la que llama la atención, pues mostró una tasa positiva después de dos años de contracciones y tiene posibilidades de seguir al alza. En contraste, los préstamos de consumo todavía decrecen, aunque menos que el año pasado.
El banco central estima que la cartera total alcanzará tasas de crecimiento positivas a mediados de 2025 gracias a esta dinámica y a la flexibilización de las exigencias para otorgar nuevos créditos por parte de las entidades.
Esto a pesar de que el endeudamiento de los hogares disminuyó en 2024, en línea con la contracción en la cartera de consumo, principalmente. Se espera que esta tendencia se mantenga en el primer semestre de 2025.
Respecto al indicador de calidad por mora, que se calcula como el saldo de créditos con retrasos de pago de más de 30 días sobre la cartera total, el reporte muestra que ha venido mejorando tanto a nivel global como en todas las modalidades, especialmente en microcrédito (-120 pb) y consumo (-90 pb). La cartera comercial, en cambio, mostró un deterioro en su calidad.
“A pesar de que han venido reduciéndose los indicadores de morosidad, los niveles continúan siendo altos cuando los comparamos con el promedio de la historia más reciente”, dijo Carlos Quicazán.
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