En Colombia, la participación de mujeres en las empresas es menor a 10 %. Estudios señalan que si más mujeres lideran más empresas, el PIB de América Latina crecería un 34 %.
El mundo ha evolucionado y con ella la posibilidad que los mercados les dan a las personas; más allá de sus condiciones físicas, de género o credos. Las mujeres en las últimas décadas han pasado a jugar un rol trascendental no solo en el núcleo filial de la sociedad, sino en el núcleo de las corporaciones. Estados y empresas ven en el género oportunidades de crecimiento que sobrepasan las barreras establecidas.
Un análisis del Centro de Estudios del Gobierno Corporativo del Cesa (Colegio de Estudios Superiores de Administración) evaluó el impacto de mujeres en las juntas directivas de 460 empresas de Colombia, Brasil, Chile, México, Perú y Argentina. Parte de los hallazgos evidencian la importancia del liderazgo femenino en el entorno empresarial. «Emprendimientos con equipos más diversos -en términos de género- acceden con mayor facilidad a fuentes de financiación».
También es visible, asegura el Cesa, cómo la inversión en el capital humano de las mujeres, es decir, en su formación y experiencia en posiciones de liderazgo, permite a las empresas impactar de manera positiva su desempeño financiero.
Marcela Carrasco, fundadora del 30 % Club, defiende la idea de fomentar el balance de género en las juntas directivas de las empresas. La situación trae beneficios para los negocios, las empresas y para la economía en general.
Con una inclusión de al menos el 30 % en juntas directivas, las empresas alcanzan entre 8 y 13 % de incremento en el rendimiento sobre los activos (ROA); con 25 % de mujeres en posiciones de liderazgo se genera en promedio un incremento del 4 % sobre los retornos de los flujos de caja y del 8 % de crecimiento en ventas. Estos resultados pueden hasta duplicarse si el balance es del 50 %.
“Estamos ante una gran oportunidad de mejorar la participación de la mujer. Es algo que al interior de las empresas hay que trabajar fuerte porque se ha demostrado que las compañías donde las mujeres logran cargos directivos, la rentabilidad mejora. Es un mensaje que debe llegar a todos los inversionistas”, explica.
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Según Carrasco, quien lleva en sus hombros la responsabilidad de coordinar las operaciones en Bolivia, Perú, Colombia, Surinam, Venezuela, Guyana y Ecuador de Mastercard, explica que las empresas con una mayor representación femenina en las juntas directivas tienden a tener políticas de recursos humanos más inclusivas y diversas, mayores niveles de transparencia, mejores estándares sociales y ambientales y una mejor comprensión de sus audiencias públicos de interés. Para ella, es fundamental el rol de la mujer en las organizaciones y se considera agente de cambio en los procesos de crecimiento empresarial y liderazgo femenino.
Mastercard viene desde hace años trabajando en un proceso de inclusión, como también de equidad al darle el mismo trato tanto a hombres como mujeres en temas de igualdad salarial, licencias de paternidad y maternidad y procesos de selección. Siempre que se hacen convocatorias, la oferta va dirigida en 50 % para hombres y 50 % para mujeres.
Los hallazgos del Cesa dan fe de que las mujeres miembros de junta directiva llevan a las empresas a ser más transparentes con sus grupos de interés. «Las empresas con mujeres en este órgano de gobierno revelan más información en el informe de gestión y en la página web. Además, el mayor impacto está en los niveles de transparencia respecto a las prácticas de gobierno corporativo, la responsabilidad social y el relacionamiento con los empleados, como un grupo de interés especial», señala.
En conclusión, la participación activa y considerable de mujeres en las juntas directivas tiene un impacto directo en la «transparencia corporativa y el valor de la empresa en el mercado», dice Carrasco.
¿Qué es el 30 % Club?
El 30% Club es una iniciativa de negocio que busca incrementar la eficiencia y resultados económicos de las compañías al elevar la participación femenina en las Juntas Directivas de las compañías.
Es un compromiso y trabajo conjunto entre los gerentes generales y cuerpos directivos para buscar un mejor equilibrio de género en todos los niveles de las organizaciones.
De acuerdo con datos de 30 % Club, en las empresas listadas en bolsa de Colombia, la participación de mujeres llega a solo el 17 % y la participación de mujeres en juntas directivas solo alcanza el 10 %. Para Carrasco, cuando las mujeres alcanzan las máximas instancias de las compañías se da otra perspectiva para el manejo de las empresas y se incluyen diferentes puntos de vista para hacer las cosas y aumenta la productividad.
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