En las últimas semanas han sido noticia las reuniones que sostuvo, por separado, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, con sus homólogos Vladimir Putin, mandatario de Rusia, y Volodimir Zelenski, líder ucraniano. Aunque no se alcanzaron acuerdos, los jefes de estado destacaron avances en las conversaciones.
Ante ese escenario, expertos concuerdan que Rusia podría presentar debilidades técnicas, operacionales y hasta militares. Enrique Prieto, profesor de derecho internacional de la facultad de jurisprudencia de la universidad del Rosario resalta que, “por más de que Ucrania haya sido el país que más ha perdido el número de vidas en ataques, ha logrado enfrentarse y no dejar que un país tan grande, y que históricamente ha sido tan fuerte en términos militares, avance totalmente hasta llegar a tomar el control de Kiev y de su gobierno”.
A su vez, Mario de la Puente, profesor del departamento de ciencia política y gobierno de la universidad del Norte, considera que el conflicto armado entre Rusia y Ucrania se encuentra actualmente en una fase de guerra de desgaste caracterizada por la estabilización relativa de las líneas de frente, y un costo humano y material considerable para ambos.
Asimismo, concuerda en qué Rusia tiene posibilidades de debilitar sus capacidades para continuar la guerra, ya que «ha experimentado pérdidas considerables en equipamiento militar avanzado y personal especializado, particularmente en las fuerzas terrestres y la aviación táctica».
Adicionalmente, Prieto resalta el papel que ha jugado el apoyo de la Unión Europea, dejando claro que Ucrania “sin ese respaldo europeo y norteamericano clave de apoyo militar, no podría estar en la situación que evidenciamos en estos momentos”.
Mientras que de la Puente afirma que hay «indicadores incipientes de fatiga política y económica» en ciertos segmentos de la opinión pública europea, lo que podría comprometer la sostenibilidad a largo plazo de niveles de apoyo similares.
Influencia de Donald Trump en el conflicto Rusia-Ucrania
Estados Unidos como la economía más grande en 2024 representa un nivel de influencia esencial, respaldado por sus capacidades militares, las cuales no tiene otro país. Es por eso por lo que para Ucrania ha sido fundamental su apoyo, “pero también va a ser esencial para buscar una solución diplomática a este conflicto”, resalta Prieto.
De esa misma influencia se podría derivar una reunión trilateral, como lo ha venido propuesto el mandatario estadounidense. Ante eso, el profesor de derecho internacional afirma: “Estoy seguro de que va a pasar en algún momento, pero dependemos de la velocidad y la capacidad que tenga el presidente Donald Trump de persuadir o presionarlos para que se sienten todos juntos”.
Entre las razones para que se pueda dar esa reunión, los expertos señalan que Ucrania accede por ser el mayor dependiente del apoyo de EE. UU., mientras que Rusia mantiene una relación cercana con Trump, además de otros factores que impulsarían a que Putin considerara el encuentro.
“Acá hay un punto esencial de bandera roja, y es que Rusia quiere que se dejen las fronteras como están en este momento, es decir, territorios bajo ocupación rusa queden igual, y Ucrania dice que no. Realmente va a ser el punto más grueso de las negociaciones, así que lo importante será ceder de alguna parte”, resalta Prieto.
Ante una salida negociada, el experto de la universidad del Rosario concuerda en que es la única viable en esta situación, porque la otra opción sería que Estados Unidos deje de apoyar a Ucrania, pero ambos países firmaron un acuerdo sobre los minerales raros así que, mientras que no se llegue a una salida negociada, Estados Unidos y Europa van a continuar apoyando Ucrania.
Y aunque Mario de la Puente comparte esa afirmación, señala que “cualquier acuerdo sostenible requeriría respaldo multilateral robusto, particularmente de las instituciones europeas y la OTAN, para garantizar mecanismos de verificación creíbles y el cumplimiento de los compromisos asumidos”.
Dentro del plano económico, Enrique Prieto considera de no hay posibilidad de que las afectaciones se prolonguen, es decir, “no creo que vaya a afectar más la economía mundial. Ya pasó, y los países están buscando alternativas”.
En todo caso, el futuro del conflicto parece girar menos en los frentes de batalla y más en la capacidad de Trump para articular un escenario de negociación, que hasta ahora no ha sido posible.
Sin embargo, mientras las conversaciones se desarrollaban en Washington entre EE. UU., Ucrania y líderes europeos, Rusia lanzó el mayor ataque aéreo de agosto contra Ucrania: 270 drones y 10 misiles, de los cuales 16 alcanzaron objetivos estratégicos.