El dólar estadounidense registró un fuerte descenso en el mercado colombiano, retomando la tendencia a la baja que caracterizó el mes anterior. El precio de cierre se estableció en $3.761,01 (valor que no se veía al final de una jornada desde el 28 de noviembre), lo que representa una significativa variación de -1,2 % frente al último dato de ayer, que fue de $3.808,50.
La cotización abrió en $3.807,50 y rápidamente encontró presión vendedora. El precio máximo de la jornada se ubicó en el valor de apertura, mientras que el mínimo coincidió con el cierre.

La fuerte depreciación se debe al panorama externo, según analistas, que brinda soporte a las monedas emergentes. El dólar global extendió su tendencia bajista y se encamina a su novena caída consecutiva.
Esta dinámica es presionada por el rápido aumento en las expectativas de recortes de tasas por parte de la FED y por la incertidumbre que genera el posible anuncio anticipado del nuevo presidente del banco central, según Acciones & Valores.
El índice DXY retrocedió hacia 98,8 puntos y acumuló una caída cercana al 9 % en el año. Esta situación ha mejorado el apetito por riesgo global y abre espacio para un mejor desempeño relativo de las monedas emergentes.
Los precios del crudo avanzan en medio de nuevos ataques contra infraestructura energética rusa. Estos ataques elevan las primas de riesgo geopolítico pese a la persistente expectativa de un mercado con sobreoferta para 2026. El barril WTI se ubicó en US$59,23 (+1,01 %) y el Brent en US$62,97 (+0,83 %).
Datos mixtos en EE. UU. y discursos en Colombia
Las empresas en Estados Unidos redujeron sus nóminas en 32.000 puestos, la mayor cantidad desde principios de 2023. Sin embargo, la producción industrial aumentó solo 0,1 % en septiembre, mientras que la actividad de servicios se ubicó en 52,6 puntos en noviembre, su máximo en nueve meses.
En Colombia, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, advirtió que el crecimiento económico en Colombia ha sido impulsado por el exceso de demanda y atribuyó su repunte, en buena parte, a un déficit fiscal muy significativo.
Respecto a las tasas de interés, Villar insistió en que, para tomar la decisión de bajarlas, se necesita que la inflación vaya descendiendo y la perspectiva de su comportamiento converja, aunque sea en un plazo razonable, a la meta del 3 %. De lo contrario, el recorte podría derivar en problemas adicionales y no contribuiría con la expectativa de recuperación de la economía.
Finalmente, la deuda pública (TES) en Colombia cerró mercados con una valorización del 0,87 %, que equivale al promedio ponderado de todas las referencias de títulos de tesorería que integran el ETF de Global X, que se negocia en la Bolsa de Valores de Colombia.

Esta información se toma del indicador de Global X (GXTESCOL), que replica el índice GBI-EM de J.P.Morgan para Colombia.
Por otra parte, los cierres de TES de deuda pública, de acuerdo con el sistema de negociación del Banco de la República, donde operan los grandes inversionistas de Colombia, registraron los siguientes movimientos:
•Los TES de 2028 terminaron en 11,150 %, mientras que el dato anterior fue de 11,310 %.
•Los TES de 2033 cerraron en 12,310 % y la jornada previa finalizaron en 12,540 %.
•Los TES de 2050 terminaron en 12,202 %, mientras que el dato anterior fue de 12,500 %.
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