Más de 150 entidades financieras se vincularon a Bre-B, según el BanRep

Entrevista con la directora de pagos del Banco de la República, Ana María Prieto, producto de la alianza entre Valora Analitik y Renta 4 Global Fiduciaria.

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El sistema de pagos inmediatos Bre-B logró vincular a más de 150 entidades financieras que desde comienzos de octubre hacen transferencias entre ellas a través de cinco sistemas de pago interconectados en una única plataforma del Banco de la República.

La directora de pagos del emisor, Ana María Prieto, destacó que el ecosistema, que surgió hace tres años con el objetivo de solucionar la falta de interoperabilidad en el sistema financiero colombiano, ha sido «completamente revolucionario».

En el marco de la entrevista Top Finance, producto de la alianza entre Valora Analitik y Renta 4 Global Fiduciaria, la vocera resaltó que el sistema financiero ha demostrado su capacidad de respuesta a pesar de que el nuevo sistema impuso todo un reto técnico, al estar operación 24 horas, 7 días a la semana.

¿Cuál fue la necesidad, el dolor que teníamos que solucionar, para crear el sistema de pagos Bre-B?

Este es un proyecto que empieza hace tres años cuando el Banco empieza a analizar estas tendencias de digitalización y adopción de medios de pago electrónicos. Evidenciamos que esa conversión del efectivo se da principalmente bajo esquemas cerrados, lejos de la interoperabilidad, que básicamente es poder enviar dinero de cualquier cuenta a cualquier cuenta. Aquí teníamos la posibilidad de enviar un dinero o hacer un pago, pero siempre entre dos usuarios de una misma entidad financiera y quisimos entender un poco más cuáles podían las soluciones para que lográramos tener un sistema plenamente conectado.

¿Cómo funciona el que Bre-B sea la unión de varios actores bajo la sombrilla del BanRep?

Cuando empezamos a hacer este análisis de lo que había en el país y cómo se podría mejorar encontramos un punto de inicio distinto al que han tenido otros países porque aquí en Colombia ya había unos modelos de transferencias entre bancos y billeteras, y sistemas como Transfiya o Visionamos. En esa conversación del Banco con toda la industria se revisaron varias alternativas y aproximaciones para lograr esa interoperabilidad porque no hay un único camino, está lleno de posibilidades. Concluimos que el camino era construir sobre lo construido en vez de reemplazar esa infraestructura privada por un nuevo riel completamente independiente administrado por el Banco. Al final es como tener varias carreteras; el Banco lo que hizo fue conectarlas a través de unos puentes, una infraestructura pública digital que permite que todas esas autopistas se hablen entre sí.

¿Por qué el Banco de la República fue seleccionado para administrar este sistema?

El Banco tiene un mandato muy claro de velar por el buen funcionamiento de los pagos en la economía, aspecto fundamental para la política monetaria en general y, en particular, para garantizar que el dinero en términos electrónicos y digitales pueda circular en la economía de manera eficiente y que todos tengamos acceso a esa infraestructura. Ese mandato se termina de complementar con una disposición del Plan Nacional de Desarrollo de esta administración, donde se le otorga una facultad adicional a la Junta Directiva del Banco de la República: que garantice esa interoperabilidad entre los sistemas de pago y que se provean estas piezas de tecnología para que esa interconexión se puede dar.

¿A quién le sirve Bre-B?

A todos los colombianos porque Bre-B lo que busca es facilitar la manera como enviamos dinero y hacemos pagos en el día a día. De cada 10 pagos diarios que se hacen en este país, 8 se siguen haciendo en billetes y monedas y eso nos pasa en todos los segmentos, sectores y territorios del país. La idea es que Bre-B llega para ser una alternativa a esa sobredependencia del efectivo para que a todos se nos haga fácil la vida mandando dinero o haciendo pagos rápido, sencillo y ahora breve.

¿Cómo funciona Bre-B?

Para recibir un pago a través de Bre-B, lo que la persona debe tener es una llave, que es el nombre que le queremos dar cada uno de los usuarios del sistema financiero a la cuenta de ahorros corriente o depósito que tengamos en la entidad que sea. Antes tenía un número muy que nadie se sabía, ahora hay 4 opciones de nombre: mi cédula, mi correo electrónico, mi número celular o una combinación de letras y números. En cuestión de segundos queda la llave inscrita y habilitada pues recibir un pago o una transferencia, lo cual se hace desde la aplicación o canal electrónico de mi entidad financiera, donde tenga los recursos. Desde el pasado 14 de julio empezamos a encontrar ese botón Bre-B, se debe hacer clic ahí y digitar la llave de la persona a la que le voy a enviar el dinero.

¿Existe la posibilidad de que por error o por temas de las entidades financieras una llave se repita?

La llave no se puede repetir ni hay confusión de a qué cuenta abonar los recursos porque cuando yo hago el proceso de registro este avisa “ya está esa llave, ya existe, escoja estas otras opciones”. Y no se limita la posibilidad de usar las llaves para quienes tienen varias cuentas porque con la opción alfanumérica hay muchas opciones de combinación de letras y números.

¿Qué muestran los datos más allá de que estamos cerca de llegar a los 90 millones de llaves?

Los números muestran un proceso de registro de llaves y de adopción muy favorable, muy positivo, que a nosotros nos tiene muy contentos y sorprendidos por la velocidad con la que se dio. Efectivamente, ya tenemos cerca de 90 millones de llaves inscritas y son más de 32 millones de colombianos con al menos una llave. Es muy importante que la persona sepa que es dueña de esa llave y la puede cancelar, bloquear, modificar (no cambiar sino crear)… vemos muy favorable esa autonomía y empoderamiento que está teniendo el usuario frente a las llaves.

Poca gente sabe que es Bre-B, que es el riel, pero la gente sí sabe que son las llaves. ¿Qué les dice la usabilidad de la gente hasta ahora sobre eso?

La familiaridad de las personas con el concepto de llaves es creciente porque hemos venido hablando de ellas más tiempo por cuenta de varias iniciativas y pilotos. Estamos trabajando con toda la industria para fortalecer esas campañas de pedagogía, de comunicación, de informar al usuario actual y potencial que Bre-B es el ecosistema que le va a permitir enviar y recibir dinero.

¿Cómo pueden los usuarios protegerse contra posibles fraudes relacionados con las llaves de Bre-B? ¿Qué riesgos han identificado?

Vimos algunos esquemas fraudulentos, de estafa, en donde le llegaba a la persona un mensaje de texto a su celular con la falsa invitación a que registrara la llave, pidiéndole una consignación o información adicional como asistirla en ese proceso de registro. La recomendación en ese momento, que aquí aprovechamos para repetir, es que evite ingresar a esos enlaces. El registro de la llave es un proceso enteramente gratuito y que se hace directamente en el canal de su entidad financiera sin tener que entregar la información a un tercero, ni mandar plata por ningún lado o esperar respuesta.

¿Por qué se decidió que la transferencia no tuviera reversa? ¿Qué pasa si uno mete mal un número?

Efectivamente para que sea un pago inmediato y sobre todo una experiencia sencilla, la operación es irrevocable. Una vez hecha ya queda abonada. Pero sí incorporamos un paso: cuando tú ingresas la llave te confirma primero el nombre de la persona creo que eso ha funcionado mucho para evitar digamos esos errores operativos. Tenemos un agregado de 25 millones de operaciones desde el 6 de octubre; eso es un muy buen ritmo de crecimiento del ecosistema con cerca de tres billones y medio, un poquito más tal vez, en el monto agregado.

¿Cómo se está protegiendo el Banco por detrás en el sentido de la compensación de estas operaciones?

La liquidación de las operaciones en de Bre-B se hacen en el sistema pago de alto valor del Banco de la República contra las cuentas de depósito de las entidades financieras. Hemos venido trabajando en todo este periodo de estabilización con la industria para seguir fortaleciendo toda la interoperabilidad de Bre-B. Es una operación 24 horas del día, 7 días de la semana, no descansa. Nos hemos preparado técnica y operativamente para enfrentar ese reto en el Banco y como industria. Este es un proyecto muy ambicioso porque no es solo una plataforma, sino que estamos integrando en este momento cinco sistemas de pago y más de 150 entidades financieras.

¿Cómo ha avanzado la adopción masiva en Colombia frente a otros países dado que no hay un mandato de obligatoriedad?

Hay una visión compartida en que el camino para poder ganarle terreno al efectivo y crecer la torta de los pagos digitales y mover realmente una economía digital requiere esa interoperabilidad. Ese es un objetivo que compartimos tanto en el sector privado como en el público y hay una alineación muy clara. Si lo fundamental está ya acordado, el resto lo podemos terminar de discutir, afinar y revisar. No hay una obligatoriedad a nivel de entidad financiera de participar y ofrecer el servicio, pero sí a nivel de los sistemas, de interconectarse y de interoperar acorde con toda esta regulación. Sería raro no encontrar una entidad financiera que hoy y hacia adelante no tenga dentro de su estrategia el querer ofrecer de alguna manera los pagos inmediatos.

Sería muy raro que alguna entidad quisiera quedarse por fuera de la fiesta…

Hay muchas entidades en el país que ya eran altísimamente transaccionales y muy digitales en sus canales, pero no todas. Bre-B ha sido una oportunidad para esas entidades un poco más pequeñas, como cooperativas, de no solamente ofrecer el pago inmediato sino de modernizar a partir de eso.

¿Qué viene para Bre-B? ¿cuáles son los retos, los nuevos desarrollos?

Este más que ser un punto de llegada es un punto de inicio. Bre-B arranca con los dos casos más básicos de pago: enviarle dinero a una persona y pagarle a un comercio, pero, hacia adelante, tenemos una ruta muy amplia que recorrer para garantizar que en todos los pagos cotidianos se pueda encontrar Bre-B: pagar un servicio público, el transporte, recaudos y dispersiones de las empresas o el Gobierno, por ejemplo, pagar un subsidio. Esa agenda es regulatoria, pero también técnica operativa y de tecnología; el Banco está absolutamente comprometido con liderar esa discusión.