El panorama económico de Colombia presenta una dualidad marcada: mientras indicadores clave como el crecimiento del PIB, la inflación y el desempleo muestran una aparente resiliencia y mejorÃa, detrás de estas cifras se esconde una realidad fiscal en rápido deterioro.
Un informe de Colombia Risk Analysis sobre el panorama fiscal advierte que a medida que el paÃs se acerca a las elecciones presidenciales y legislativas de 2026, la trayectoria de la deuda y el déficit se convierten en el reto fundamental que definirá el próximo mandato.
El futuro fiscal del paÃs sigue siendo altamente incierto, con un déficit en expansión, un endeudamiento creciente y compromisos de gasto cada vez más rÃgidos. La consultora de riesgos polÃticos delineó tres posibles escenarios dependiendo de quien llegue al poder, que van de restricciones modestas en busca de una trayectoria gradual en manos de un gobierno promercado (el más probable) a una continuidad de la administración actual que llevarÃa al paÃs a perder su credibilidad fiscal (poco probable).
Deuda en máximos históricos
La sostenibilidad fiscal de Colombia se ha visto seriamente comprometida en los últimos años. La deuda bruta del Gobierno ha pasado del 56 % del PIB en 2023 a superar el 61 % en 2024. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que esta relación se mantendrá alrededor del 60 % del PIB durante 2024-2025.
La preocupación se intensificó con la decisión del Gobierno de Gustavo Petro de suspender la regla fiscal en junio de 2025 por hasta tres años, invocando la cláusula de escape. Aunque la medida busca acomodar el aumento del gasto y los ingresos inferiores a los previstos, esta decisión fue fuertemente criticada por expertos y por el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), de acuerdo con Colombia Risk Analysis.
Como consecuencia directa, las agencias calificadoras de riesgo actuaron rápidamente: Moody’s y S&P Global Ratings rebajaron sus calificaciones crediticias de la deuda colombiana en moneda extranjera en junio de 2025. S&P, en particular, mantuvo una perspectiva negativa, advirtiendo que podrÃa rebajar aún más la calificación en los próximos 12 a 18 meses si no se aplican medidas proactivas y efectivas. Los mercados reaccionaron con ventas masivas de bonos gubernamentales (TES) por parte de tenedores extranjeros, alcanzando un volumen sin precedentes en julio de 2025.
«En 2026 Colombia enfrentará un récord alarmante: los pagos de intereses de la deuda equivaldrán al 256 % de las amortizaciones. Esto ocurre porque el gobierno decidió aplazar $21,9 billones en pagos, generando liquidez inmediata pero trasladando una carga insostenible al futuro», dijo el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo.
La carga financiera para 2026
Las proyecciones para 2026 evidencian que el próximo gobierno heredará una situación financiera extremadamente compleja.
Un indicador alarmante es el costo del servicio de la deuda: se proyecta que la relación entre pagos de intereses y amortizaciones de deuda en 2026 alcance un récord del 256 %. Este aumento refleja un costo creciente del servicio de la deuda y un nivel inusualmente bajo de amortizaciones programadas para ese año, en gran parte resultado de decisiones previas de reprogramar pagos.
El informe de Colombia Risk Analysis estima que aproximadamente $ 21,9 billones (US$5.400 millones) en pagos de deuda han sido diferidos, posponiendo el problema y trasladando una mayor carga a los presupuestos futuros, una vez finalice el Gobierno Petro.
Adicionalmente, la propuesta de presupuesto nacional para 2026 asciende a $556,9 billones (28,9 % del PIB) y refleja deficiencias estructurales. Un punto controversial es que $26,3 billones (5 % del total) actualmente carecen de fuentes de financiamiento. El Gobierno ha optado por depender exclusivamente del aumento de los ingresos fiscales, proponiendo una reforma tributaria para cubrir este faltante, en lugar de aplicar recortes de gasto.
Estrategias de financiamiento y riesgos
Ante el creciente déficit fiscal, el Ministerio de Hacienda ha aumentado significativamente sus necesidades de financiación. Para 2026, se planean estrategias similares a las de 2025, incluyendo hasta $60 billones en emisiones locales (TES) y un mayor financiamiento vÃa tesorerÃa.
En un intento por diversificar el financiamiento externo y reducir los costos del servicio de la deuda a corto plazo, el Gobierno anunció una nueva estrategia para emitir hasta $40,5 billones (US$10.000 millones) en bonos denominados en francos suizos (CHF). Aunque esta medida busca aprovechar las bajas tasas de interés suizas, conlleva riesgos significativos. Dado que el franco suizo es una moneda refugio, su apreciación frente al peso colombiano podrÃa aumentar drásticamente el valor de los pagos futuros, especialmente si la confianza de los inversionistas se deteriora.
«Este manejo de la deuda crea un alivio momentáneo, pero compromete la sostenibilidad fiscal inmediata, aumenta la presión sobre presupuestos venideros y pone en riesgo de imposibilidad el retorno a la regla fiscal que el propio gobierno actual suspendió. La sensación es que el gobierno actual tiene como propósito gastar más hoy a costa del gobierno que viene mañana. Una bomba de tiempo que tarde o temprano habremos de pagar», concluyó Restrepo.