El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, habló de lo que viene en la discusión del ajuste del salario mínimo en Colombia para el año entrante y las señales de alerta que han presentado tanto el Banco de la República, como empresarios y analistas.
Las explicaciones de Sanguino se dan en medio de llamados de atención del presidente Petro sobre la necesidad de que el pago a los trabajadores suba con fuerza para el 2026.
A ojos del gobierno Petro, el hecho de que el salario mínimo en Colombia suba bastante más por encima del dato de inflación ayudará a que los hogares del país, de más bajos ingresos, tengan una recuperación importante del lado del poder adquisitivo.
Al tiempo que los empresarios y analistas locales aseguran que decisiones desmedidas en esa materia terminarían por afectar a los mismos hogares, con datos de inflación mucho más altos.
En medio del debate, el ministro Sanguino explicó que, diferente a lo que aseguró el gobierno Petro, el orden de la discusión indica que las negociaciones deben hacerse en la mesa tripartita en las que se sientan trabajadores y empresarios.
Lo otro que estaría viendo el gobierno Petro sobre el salario mínimo en Colombia
De esta manera, dijo el ministro, se buscará llegar al consenso con los empresarios para que el ajuste también tenga en cuenta los llamados de atención de los representantes del sector privado.
«Si no llegamos a un acuerdo con las cifras, las variables macroeconómicas, el concurso de las reflexiones académicas sobre la materia, pues el Gobierno y el presidente tienen la facultad constitucional de decretar el incremento del salario mínimo como lo han hecho los gobiernos anteriores», agregó Sanguino.
Agregó el funcionario que el ajuste del salario mínimo en Colombia mediante decreto no debería ser visto como un escenario de “temor”, pues la prioridad es contribuir a que los hogares del país tengan más capacidad financiera.
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Sin embargo, llamó a la calma al decir que el incremento del salario, en caso de que deba hacerse mediante decreto, se hará protegiendo el poder adquisitivo de los trabajadores y comprendiendo “las circunstancias económicas”.